La cúpula administrativa del senado quedó impactada por la nota aparecida en portal periodístico sobre las revisiones y bajas de designaciones irregulares que se están disponiendo en estas horas. Sobre todo por la reacción de algunos de los consignados que podrían sufrir la quita de privilegios.
El ex asesor de cámara por años (sin presencia), Rubén Almará, propietario de Radio La Voz, se ocupó de mover todas las influencias posibles y hasta las imposibles. Poniéndose en el lugar de víctima hizo llegar una consigna: la posibilidad de desatar tormentas.
Esta situación, con su pico mayor el miércoles, casi motiva el descalabro de una estrategia silenciosa desatada por la Presidencia de la Cámara de Senadores. Primero habían convocado, no por vías formales, a un conjunto de personas que debían presentarse ante las autoridades.
La señal de alarma se prendió cuando a una ex directora del ámbito de la cultura en la anterior gestión, se la hizo esperar demasiado en los pasillos para ser atendida. Esa situación provocó que el conjunto de convocados se comenzara a mover. Esperaban lo peor.
Es que desde que el presidente de la Cámara de Diputados, Gustavo Hein, tomó la decisión de cortar de raíz irregularidades y abusos en las designaciones que hizo su antecesor, Ángel Giano, y ante los reclamos de transparencia del gobernador Rogelio Frigerio, se esperaba una acción similar en la Cámara de Senadores. Sobre todo porque todos recordaban el spot de campaña de Frigerio y Alicia Aluani asumiendo que se venían tiempos de transparencia.
Finalmente, a muchos de los ex funcionarios se les comunicó el camino: renuncia o despido. Lo mismo había pasado con dos ex senadores (Amílcar Genre Bert y Juan Carlos Kloss) que en turbia decisión fueron pasados a la planta permanente de la Cámara Alta.
Todo está en curso
Ante el descalabro, algunos concurrieron a pedir explicaciones al despacho de Stratta. Uno fue el ex director de la Biblioteca Provincial, Néstor Rodríguez. Después de pasar por ese espacio se dirigieron silenciosos a reunirse con las autoridades del Senado, para luego volver sobre sus pasos con detalles. Siempre tratando de evitar la pérdida de sustanciales ingresos.
Hubo especie de asamblea entre los convocados y potenciales convocados. Entre los rescindidos y posibles rescindidos.
Es que según pudo establecer este medio, a diferencia de lo que pasó en la Cámara de Diputados, hay varas diferentes.
Almará, que gastó los datos de su celular, cambió las ecuaciones. “Es que si no tratan a todos por igual, nos da la posibilidad de pelearla diferente en la Justicia a todos los del Senado”, advirtieron varios.
Esto es posible ya que muchos de los ingresados que no cuentan con la estabilidad constitucional (un año) miran con atención que hay un grupo que está en sus mismas condiciones, pero que no fueron llamados a comparecer o a recibir instrucciones.
Además, hubo reuniones de una parte del bloque mayoritario de la cámara donde escucharon a algunos de los afectados.
Desde allí impartieron las órdenes de que, más allá de los dichos de las autoridades del Senado, deben continuar marcando entrada y salida, más allá de que muchos se retiran a seguir durmiendo en sus casas. Este viernes fueron varias las caras nuevas, o mejor dicho casi nunca vistas, tanto en el bloque como en algunos despachos del peronismo.
El grupo Bahl
Quienes también sintieron el golpe de la nota de ANÁLISIS fueron quienes integran el grupo de una treintena de personas que revistan en el Senado e ingresaron durante la gestión del ex intendente de Paraná, Adán Bahl, como vicegobernador. El dirigente viene en caída libre y no coincide con el ex gobernador Gustavo Bordet.
Es que entre estas personas -que además fueron funcionarios del municipio- muchos nunca estuvieron trabajando en el Senado. Y temen ser alcanzados por una acción igualitaria.
Contactos con el gremio
La sorpresa por el listado que mostró la publicación fue mayúscula en Apler, el gremio del personal legislativo. Tanto que motivó una especie de “intervención”, ya que si bien es titular un empleado de apellido Almeida, Fuad Sosa volvió al sillón principal y agotó los llamados tratando de dar explicaciones y poniendo límites a su posibilidad de “salvar alguno de los acuerdos”.
Su hija es la responsable de llevar adelante los despidos de personal.
Varas distintas
Hoy por la mañana la zona del reloj volvió a estar poblada. Los ex funcionarios de Bordet comentaron a sus interlocutores que contaban con el apoyo e intervención del ex gobernador. “Nos necesitan”, dijeron, como mostrando que sus casos serían tratados de manera benévola.
Es que si por ejemplo Franco Ferrari (ex secretario General de la Gobernación) y Maricel Brusco (ex secretaria de Comunicación) pierden su condición de empleados legislativos, el panorama es oscuro para todos los que ingresaron en igual condición.
Pero si ellos siguieran siendo empleados y no tuvieran problemas, todos los convocados tienen un fuerte argumento para enfrentar sus posibles despidos. Como dijo esta mañana una de las afectadas, “con ese argumento nos vamos a la Justicia”.
También observan los pasos del caso Almará. Es que si tienen efectos suspensivos los llamados de dirigentes del Ejecutivo y de algunos legisladores e intendentes para torcer la decisión de la administración del Senado, todos harán fila para contar con el mismo apoyo y, de ese modo, seguir siendo parte del Poder Legislativo, aunque no alcancen las oficinas para contenerlos.
Análisis
