Captaban a las víctimas a través de la religión Umbanda, las endeudaban y para cobrarles les hacían ejercer la prostitución. La detenida habría amenazado a una joven con matarle a su hijo. Secuestraron droga, dinero y juguetes sexuales.
Una red de trata de personas fue desbaratada en la tarde de este miércoles en la ciudad de Gualeguaychú. Tras una importante investigación, personal policial logró rescatar a varias víctimas y hay una persona detenida.
La investigación llevó casi todo el año, a partir de una denuncia que hablaba de explotación de personas en la vivienda ubicada en Puerto Argentino y Boulevard Montana, en dicha ciudad entrerriana.
Trascendió que captaban a las víctimas a través de la religión Umbanda, las endeudaban, las amenazaban y para cobrarles les hacían ejercer la prostitución, en medio de la manipulación y la violencia. Según versiones, la mujer ahora detenida llegó a amenazar a una chica con matarle a su hijo, publica maximaonline.
Entre los elementos secuestraron droga, dinero, celulares, estatuillas para rituales, naipes y juguetes sexuales.
La detenida sería una mujer, que ocupaba dos o tres casas y un departamento ubicado en la parte trasera. Incluso había un menor de edad, hijo de una de las chicas.
Se sabe también que tenían una “cartera” de clientes que iban a esas viviendas.
Luego del allanamiento se convocó a psicólogos y otros asistentes. También se supo que la detenida frecuentaba la zona del casino, no se sabe si para jugar o para buscar víctimas.
Hechos similares en otros lugares del país
En los últimos tiempos, se realizaron procedimientos en casos similares en otros lugares del país.
A fin de año, en Salta un hombre y una mujer fueron detenidos por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual y por su calidad de “ministros de un culto”. Ambos encabezaban una congregación umbanda que veneraba a San La Muerte.
Un par de años antes, se desbarató una organización dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual que operaba en el partido bonaerense de San Martín, donde se logró liberar a cuatro mujeres que se encontraban cautivas.
Mediante numerosas tareas investigativas, se constató que uno de los domicilios allanados era utilizado como “Privado”, donde se ofrecía actividades sexuales de cuatro mujeres mayores de edad. A su vez, se pudo determinar la existencia de un hombre y tres mujeres encargados de la promoción y el regenteo de las víctimas. Algunas de ellas tenían relación con la regente por intermedio de la religión Umbanda que ésta practicaba.
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