Su papá aprovechaba a abusar de ella cuando su mamá se iba a trabajar en Chajarí. “Tenía 11 años. No podía salir a jugar ni ir a ningún lado. Se iba a algún lugar y me dejaba encerrada con llave”, recordó.
La semana pasada la justicia de Chajarí, en un juicio abreviado, determinó una condena de 8 años de prisión efectiva para un hombre por abusar sexualmente de su hija.
La víctima contó en una entrevista el calvario que le tocó vivir durante seis años. Para resguardarla y por las implicancias del delito en cuestión, no difunde su identidad y se refiere a ella con la letra J.
“Es mi papá biológico”, enfatizó la joven al referirse a su victimario. “Empezó a los 11 años hasta los 17. Recién ahí pude contarle a alguien que me creyó”, apuntó. En ese contexto, explicó que hasta ese momento nunca había hablado con su mamá del tema y aseguró que aún hoy, con la condena de por medio, su familiares paternos no le creen.
Se animó a hacer la denuncia acompañada por la familia de su novio. “Tenía 19 (cuando hizo la denuncia) y hoy tengo 23”, contó a modo de reflejar los años que llevó la causa por la que finalmente se hizo justicia.
J comentó a Radio Chajarí que durante este tiempo recibió asistencia psicológica para poder sacar todo aquello que guardó durante ese período y poder transitar las secuelas.
“Tenía 11 años y no entendía nada. No podía salir a jugar, no podía ir a ningún lado, estaba todo el día encerrada en mi casa. Se iba a algún lugar y me dejaba encerrada con llave”, relató, al tiempo que indicó que su papá aprovechaba a abusar de ella cuando su mamá se iba a trabajar.
“Todavía no entiendo por qué lo hizo. Lo veo y siento miedo”, agregó. Trajo a sus palabras el recuerdo de aquellos años en que su hermana fue a vivir a la casa familiar “cuando yo tenía 16 más o menos”, porque en ese tiempo las violaciones fueron más espaciadas.
Dijo que su intención de dar una entrevista está en poder dejar un mensaje a todas aquellas personas que atraviesan por una situación similar: “Que no se callen. Que no les pase lo que me pasó a mí, que les digan que “mienten”. Tienen que hablar”, resaltó.
“Que hablen, para que no quede impune. Él (su padre) me dijo que a él le pasó lo mismo, que lo habían violado; yo no tengo la culpa de eso. Cómo le vas a hacer daño a tu propia hija”, se preguntó con angustia la entrevistada, quien es mamá de una pequeña de dos años.
Su padre aceptó el delito y por eso las partes acordaron un juicio abreviado, llegando a una pena de 8 años de prisión efectiva, que se cumple en la Unidad Penal 3 de Concordia, publica Chajarí al Día.