Desconcierto y frustración generó en el personal policial la actitud del fiscal federal Carlos García Escalante, por minimizar la gravedad de la cuarentena decretada por el Gobierno Nacional.
Desconcierto y frustración generó en el personal policial la actitud del fiscal federal Carlos García Escalante, por minimizar la gravedad de la cuarentena decretada por el Gobierno Nacional.
Para algunos fiscales federales, la cuarentena decretada por el Gobierno Nacional es una puesta en escena o en todo caso una formidable ocasión para simular expresiones de compromiso por el interés general.
Esto se deduce por dos hechos diferentes registrados en la Comisaría 16° de Paraná y otro en María Grande; donde el fiscal federal, por ejemplo, ante una detención por violación del decreto que establece la cuarentena, retó a la Policía porque antes de aprehenderlo debe concientizar a quien viole la normativa. Así los infractores quedan inmediatamente en libertad, en algunos casos hasta burlándose de la autoridad policial que los detuvo por violar la cuarentena social, preventiva y obligatoria.
Es evidente que estos fiscales no colaboran en absoluto ante el estado de emergencia nacional en materia de salud pública que atraviesa a todos los argentinos.
Comisaría 16° (Paraná)
Anoche minutos antes de las 22, se requirió la intervención de personal policial porque en Primero de Mayo y Acebal, en el marco del Decreto que estableció la cuarentena obligatoria social, confiaron fuentes oficiales a ANÁLISIS.
Una vez en el lugar, los funcionarios policiales aprehendieron a un hombre de 46 años, domiciliado en el Barrio Paraná XIII de la capital provincial.
Previamente, a las 17:30 se le notificó a esta persona que no podía estar bebiendo en la vía pública, y se le recomendó por razones prevención sanitaria que ingrese a su domicilio.
A las 21:30, la Comisaría 16 recibió un llamado telefónico que daba cuenta que en Primero de Mayo y Acebal había un grupo de hombres en la vereda tomando cerveza, violando la cuarentena decretada por el Gobierno Nacional.
Una de esas cinco personas era la misma que había sido advertida horas antes. Los funcionarios policiales realizaron primero un llamado a la Fiscalía Federal, pero fue infructuoso porque nadie los atendió. Se decidió realizar una consulta ante la Fiscalía de Litigación, pero recibieron como respuesta que ellos no podían intervenir porque era una cuestión federal.
Ante este desamparo por parte de la Justicia, decidieron trasladar al aprehendido en cuestión hasta la dependencia policial a fin de evitar un mal mayor. Una vez en la Comisaría, sí se pudo establecer una comunicación con María Wilson, secretaría del Fiscal Carlos García Escalante.
Previa consulta al fiscal Escalante, Wilson comunicó que el aprehendido por violar la cuarentena se le haga una contravención y les expresó que la idea no es meter preso a nadie sino concientizar a la gente, además que manejen las novedades (los hechos) vía jerárquica.
El desconcierto invadió a la Comisaría 16, junto con una evidente frustración al constatar que las autoridades de Fiscalía no estaban actuando acorde a las circunstancias de emergencia sanitaria que embarga al país.
Comisaría María Grande
En la Comisaría de María Grande (Paraná Campaña) ocurrió un hecho de similares características, que replicó la percepción de que algunos fiscales no prestan colaboración para que se pueda actuar de manera “inflexible”, tal como lo pidió el Presidente de la Nación, Alberto Fernández y el gobernador Gustavo Bordet.
Es más, es evidente que tanto la fiscalía federal como la de Entre Ríos, desafían la autoridad del gobernador y el presidente.
En María Grande también se requirió la presencia policial por un hecho de desobediencia judicial en el marco del Decreto Nº 297/2020, además de resistencia a la autoridad y lesiones contra un suboficial de la Policía, de acuerdo a la información oficial a la que accedió ANÁLISIS.
El hecho se registró aproximadamente a las 21 de ayer, en calles Solano López y Dorrego. Allí, se detuvo a un hombre de 27 años, porque estaba ocasionando disturbios en la vía pública. Esta persona fue interceptada cuando se trasladaba a bordo de un motovehículo, y al realizar el procedimiento de rigor, se constató que no llevaba consigo ningún tipo de documentación. Fue notificado de las normativas del Decreto, pero hizo caso omiso desobedeciendo e incluso arrojando piedrazos contra el personal policial, ocasión en la que lesionó a un suboficial.
A pesar de esta resistencia y agresión, se logró aprehenderlo y de inmediato la Policía se comunicó con la Fiscalía Federal en turno a cargo de Escalada, Secretaría de la doctora Wilson.
Ellos ordenaron que se le diera intervención al Fiscal ordinario, ya que no era de su competencia.
La Fiscalía en turno estaba a cargo de Jimena Ballesteros, quien le manifestó a la Policía no hacerse cargo del detenido, ya que en este caso es competencia del Juzgado Federal.
Nuevamente el desconcierto fue total. Y al no tener respuesta de ninguna de las Fiscalías, se decidió comunicar a la Unidad de Atención Primaria, donde el doctor Eric Zenklusen les manifestó que si ninguno de los Fiscales quiere hacerse cargo de la causa, que se comunique la misma de igual manera a la Fiscalía en turno.
En conclusión, se trasladó al detenido a Antecedentes Personales y Médico de Policía, para luego recuperar su libertad.
Contextos y perspectivas
Con estos dos hechos, casi simultáneos y en un mismo territorio jurisdiccional, queda en evidencia que para la Fiscalía Federal frenar la pandemia no es una prioridad, con el agravante que el mensaje que se emite es de anarquía. Nadie se hace cargo y se pasan los aprehendidos de una esfera a la otra, para luego recriminar a la Policía por cumplir con el Decreto 297/20.
Tanto el Presidente Alberto Fernández como el gobernador Bordet, no se cansan de comunicar que frenar la pandemia es “prioridad” que todos se queden “en sus casas”; aunque los fiscales contradicen el carácter de que se actuará de manera “inflexible” con quienes incumplan la cuarentena.
Análisis
