La fiscal que investiga los escalofriantes vejámenes de los que fueron víctimas varios niños relevó a Elonce TV detalles sobre el caso. El padre delas víctimas motorizó la causa. Las penas superarían los 20 años de cárcel.
El juez de Transición Nº 2, Gustavo Maldonado dictó el procesamiento de 11personas, la mayoría oriundas de Oro Verde y otros de Paraná, que fueron imputados por los presuntos delitos de Corrupción de menores, Abusos sexual simple, Abuso sexual con acceso carnal y Abuso sexual agravado, en infracción a los artículos 125, 126 y 119 del Código Penal.
Según la investigación que logró reflotar la fiscal Laura Cattáneo, se trataría de hechos reiterados en perjuicio cuatro niños. Entre los acusados hay dos policías y el resto comerciantes.
Por el grave hecho, está imputada toda la rama familiar materna de las presuntas víctimas. Tres niños que tenían entre 4 y 5 años cuando habrían comenzado los hechos investigados.
En declaraciones a Elonce TV, Cattáneo recordó que cuando tomó la causa, la misma estaba estancada.
Fue entonces que advirtió que «padecía de nulidades graves, particularmente porque los hechos habían quedado encuadrados en una parte y eran mucho más amplios, no sólo en cuanto a los hechos a investigar, sino a las personas que intervinieron, porque además había terceros que participaban que serían coautores».
Por ello, «pedí la nulidad de las indagatorias y el procesamiento. Reformulé el requerimiento fiscal mucho más amplio, comprensivo de más personas y muchos más hechos. Entonces se retomó la investigación con otro ímpetu y otra gravedad. Se empezó a hacer un seguimiento. Mucho de estos menores era mayores y se los pudo volver a interrogar», relató la funcionaria judicial.
Acotó que «la causa tuvo un avance muy importante en el último año y el 12 de agosto salió el procesamiento de 11 personas. Yo imputé a 13, pero dos no pudieron ser localizadas porque contamos con muy pocos datos de identidad que han podido aportar los menores, por lo que no los hemos podido individualizar».
«Los hechos son de una gravedad extrema», resaltó Cattáneo a este medio. Precisó que «se está en la etapa de notificaciones y plazos para impugnar. Una vez que la resolución quede firme no habría más pruebas a producir, por lo que debería volver a esta Fiscalía para que yo haga la acusación formal, que sería el requerimiento de elevación a juicio. Y en el futuro el juicio oral».
Por otra parte, la fiscal confirmó que «ninguno de los acusados estuvo detenido. Cuando reformulé los hechos, respetando los parámetros constitucionales, se mantuvieron las medidas excarcelatorias y se les hizo conocer a las víctimas que ante cualquier acto perturbador debían ponernos en conocimiento para tomar otras medidas. Hasta el momento tienen órdenes restrictivas de acercamiento».
Además, ratificó que «el padre de los chicos motorizó la causa y les buscó en su momento atención psicológica. Hoy, de los cuatro chicos, tres ya son mayores de edad. Dependerá de ellos seguir con los tratamientos».
Tras informar que «la investigación policial para hallar a las dos personas que restan encontrar continúa», Cattáneo refirió que «hay imputados que tienen muchísimos hechos y otros no tanto, unos con vínculos de parentesco y otros no. A todos no les va a corresponder la misma pena, pero a los partícipes principales las condenas deberías superar los 20 años. Son delitos muy graves», completó.
La mayoría de los hechos ocurrieron en dos viviendas ubicadas en la localidad de Oro Verde, a diez kilómetros de la capital entrerriana, y algunos en inmuebles de Paraná. La fiscal analizó las Cámaras Gesell que se les realizaron a los niños y pudo advertir que mencionaban por apodos a personas que habrían participado de rituales en los que los niños eran violados, pero no estaban incorporadas al expediente porque no se habían realizado tareas investigativas tendientes a dar con su paradero.
Estos rituales, según se pudo determinar se llevaban a cabo en la casa del tío de las víctimas, «un departamento pequeño», al que acudían «los terceros» que en su mayoría son «comerciantes de Oro Verde», y algunos de Paraná. (El Once)