Las viviendas se encuentran en la zona inundable del barrio Puerto de Concordia. Cuando ocurrió el derrumbe una de las familias estaba mirando televisión y la otra había abandonado segundos antes la habitación donde ocurrió el siniestro.
Dos viviendas ubicadas en las calles Lamadrid y Buenos Aires, en la zona inundable del barrio Puerto, sufrieron el derrumbe de una pared. Una de las casas afectadas perteneció a la sede social del Club Wanders. El siniestro ocurrió ayer y afortunadamente no hubo que lamentar heridos.
«Estaba mirando televisión, cuando sentimos que la pared se desplomaba. Yo tengo tres nenes, soy la abuela, y estoy a cargo porque la mamá falleció. En nuestra casa sufrimos todas las inundaciones habidas y por haber y antes era la sede social del club», contó Mary, de 70 años.
Tanto ella como sus nietos no sufrieron lesiones. La habitación que se desplomó estaba deshabitada, la pared cedió y una cortina de polvo les impedía ver lo que estaba pasando, para ellos la situación fue de mucho temor y no sabían si salir o quedarse mirando asombrados.
La estructura de la vivienda aún continúa en pie y relató que la mampostería y los techos están en buenas condiciones. «Estamos tratando de salvar la casa, mañana (por hoy) vamos amurar esa parte. Ya vinieron ingenieros del municipio a ver el estado de la estructura para saber si corremos riegos», precisó la mujer que pidió ayuda a la comunidad, con materiales principalmente.
«Tengo mi casa partida»
Evangelina es otra vecina y su caso fue peor. «Mi marido sufrió tres ACV. Está con trámites de pensión y yo no tengo trabajo y ahora esto nos terminó del todo», dice la mujer.
Evangelina y su esposo son propietarios desde hace 18 años del inmueble. Compraron engañados después de vender una quinta sin saber que la zona era inundable. «Esta es mi casa, es todo lo que tenemos. Me dicen que tenemos que irnos, pero dónde nos van a llevar, es más fácil una ayuda para poder sostenerla y que no se nos caiga; por favor que alguien se solidarice con nosotros».
El derrumbe los sorprendió, sintió el estruendo y vio que parte de su casa no existía más. Se habían salvado de milagro porque minutos antes habían salido de la habitación que se desplomó. «No sabemos por qué se produjo. Las paredes estaban deterioradas por tantas crecientes y algunos dicen que hubo un movimiento que se sintió en Buenos Aires, pero no sé si tendrá que ver, pero esto no es normal, estoy triste», manifestó Evangelina Farías a diario El Sol.