La fiscal Minatta avanza en la investigación que se inició a raíz de dos estatuas encontradas en Victoria.
El Palacio San José contenía, entre otras cosas, cuatro estatuas que representaban a los cuatro continentes, según cuenta la historia, entre la noche del 31 de agosto y la madrugada del 1 de septiembre de 1991 desaparecieron dos de esas esculturas, las de las féminas que representaban a Asia y América, y nunca fueron recuperadas; hasta el jueves, que efectivos de Prefectura y la fiscal federal Josefina Minatta ubicaron las piezas en el Museo Histórico Carlos Anadón, de Victoria, según pudo saber Página Judicial.
El dato había surgido hace un tiempo, a partir de una denuncia anónima que recibió Prefectura en la que se revelaba la ubicación de las esculturas que el General Urquiza había hecho traer desde Italia en 1856.
La fiscal Minatta, como parte de la investigación, formalizó una serie de consultas con Interpol con el objetivo de comprobar si las esculturas figuraban como robadas en los registros de la División Patrimonio Cultural, lo que fue confirmado por la policía internacional y, ante ello, pidió al juez Pablo Seró que autorice un allanamiento para asegurar el inmediato recupero de las piezas artísticas y su devolución al Palacio San José, para que se realicen pericias tendientes a verificar su autenticidad y puesta en valor.
La fiscal Minatta reflexionó, también, que el hecho podría enmarcar en una violación a la ley de protección del patrimonio arqueológico y paleontológico, que prevé penas de hasta dos años de prisión para quien transporte, almacene o comercialice piezas arqueológicas. Asimismo, la Constitución Nacional instituye “las autoridades proveerán a la (…) preservación del patrimonio natural y cultural” y existen convenciones internacionales que ofrecen especial resguardo al patrimonio artístico y cultural. Pero, hasta hoy no se han determinado responsabilidades penales. (La calle)