La responsable fue condenada hoy a cumplir con 2 años y medio de prisión condicional por hurtar dos tarjetas de crédito, utilizarlas para defraudación y amenazar a una de las víctimas. Trabajaba junto a las dos damnificadas en un geriátrico de calle Juan Domingo Perón.
La mujer de 40 años gastó 40.259 pesos con las tarjetas de crédito que les sustrajo a dos compañeras de trabajo y tras el descubrimiento y posterior detención, se inició un Legajo judicial que culminó con la realización de un juicio abreviado. Acordó una pena en suspenso debido a que no tenía antecedentes computables, pero no deberá cometer delitos por 4 años, porque en caso contrario cumplirá los 2 años y 6 meses de prisión de manera efectiva, más el tiempo que se fije por el nuevo hecho.
Entre diciembre de 2016 y enero de 2017, La autora del hecho hurtó el DNI y las extensiones de la tarjeta de crédito Naranja y Visa Naranja del marido de una de las víctimas, mientras ambas mujeres compartían el turno laboral en el geriátrico “Nuestro Hogar”.
Con estas tarjetas de crédito comenzó una recorrida por diferentes locales comerciales en donde compró todo tipo de mercadería. Gastó en ropa, fue a dos supermercados, compró electrodomésticos en varios comercios del rubro, llegando a gastar desde el 28 de diciembre de 2016 al 2 de enero de 2017, una suma de 27 mil pesos.
Pero esto no fue todo. La delincuente volvió por más y el 23 de enero de 2017 sustrajo las tarjetas de crédito y documentación del bolso de otra compañera de trabajo mientras cumplían con su turno en el geriátrico, y al finalizar su jornada laboral “salió de compras”.
Tuvo un recorrido muy similar al anterior. Durante la mañana fue a dos locales de ropa en pleno centro de la ciudad y adquirió mercadería por 1.683 y 2.512 peros. Luego fue al supermercado y gastó 6.058 pesos. Por la tarde volvió al centro a uno de los dos locales de ropa que ya había visitado, pero esta vez no salió como esperaba. La vendedora ya estaba informada de las estafas y apenas ingresó la estafadora al comercio se comunicó con la víctima y se convocó a la Policía. Fue en este encuentro entre las compañeras de trabajo que la condenada amenazó a la damnificada con prender fuego su auto.
Ese día se realizó un allanamiento en el domicilio de la detenida y se secuestraron prendas de vestir y mercadería equivalente a dos carros de supermercado, además productos cárnicos por un peso de más de 30 kilos, con un valor aproximado en compras que superaba los 10 mil pesos.
Por no tener antecedentes, fue beneficiada con una condena excarcelable, pero durante dos años deberá cumplir con reglas de conducta y realizar un tratamiento psicológico. (El Día)