La misteriosa desaparición de ecógrafos en la Costa del Uruguay, en este caso lo sucedido en las ciudades de Concordia y Colón, fue cometida por una banda de delincuentes colombianos con ramificaciones en otros países.
La misteriosa desaparición de ecógrafos en la Costa del Uruguay, en este caso lo sucedido en las ciudades de Concordia y Colón, fue cometida por una banda de delincuentes colombianos con ramificaciones en otros países. Asimismo, por esos días, también desapareció otro ecógrafo en el Hospital Centenario de Gualeguaychú, totalizando ocho ecógrafos hurtados en las tres ciudades. Cada equipo nuevo, dependiendo del modelo y sus funciones, puede llegar a costar unos 100 mil pesos. Así lo reveló el Jefe de la Policía de la Departamental de Colón, comisario Daniel Páez en Radio Máxima.
Páez recordó que «el hurto de un ecógrafo de una institución médica privada de Colón sucedió al día siguiente de una acción similar ocurrida en Concordia, donde se llevaron un total de 6equipos de estas características, afectando tanto a clínicas como también al hospital público. A los pocos días del hecho acaecido en Colón, hubo otro hecho de la misma naturaleza, esta vez en Gualeguaychú».
El titular de la Departamental de Colón precisó que «en nuestra zona se comenzó a trabajar desde cero porque se trataba de un hecho de características inéditas para nuestra División de Investigaciones. Lo primero que se revisó fueron las cámaras del interior del sanatorio donde se pudo ver claramente el accionar de cinco personas, dos mujeres y tres hombres que con diferentes movimientos de distracción, todo culmina cuando uno de los hombres se retira de la sala donde se utilizaba el equipo, con éste dentro de una mochila. Posteriormente, al observar las imágenes registradas en el exterior de la clínica, aparece un auto y a través de otras cámaras públicas ubicadas en la ciudad detectamos claramente el número de patente de dicho vehículo, en cuyo interior también comprobamos que viajaban tres de las personas que previamente habían actuado dentro del sanatorio».
Páez indicó que «con estos elementos y algunas testimoniales que corroboraron lo que aparecía en las imágenes, se informó a la Fiscalía y hace aproximadamente unos quince días se procedió a la detención de una mujer quien figura como la titular del coche que aparece en las filmaciones. Con estos datos, el personal de Investigaciones y de Criminalística de Concordia, comenzó y profundizó su propia investigación acerca de los hechos sucedidos en esa ciudad y la Fiscalía de Concordia también ordenó la detención de esta señora. Es decir que estuvo detenida tanto en Colón como en Concordia».
El Comisario Páez detalló que «así las cosas se pudo determinar que las cinco personas que actuaron en Colón son todos oriundos de Colombia por lo que el Juzgado de Garantías de la ciudad dictara la orden de busca y captura nacional e internacional para estos tres hombres y dos mujeres. Hasta ahora, según nuestros registros, ninguno de ellos ha salido legalmente del país, lo cual no implica que lo hayan hecho de otra forma. Esta banda, de acuerdo a lo que hemos podido constatar, tenía vinculaciones con hechos similares sucedidos en Chile, Perú y Brasil, país este último donde registran una condena a un año y medio de prisión condicional dictada por la Justicia de la capital Brasilia. En este caso, desde allí, enviaban los equipos médicos que sustraían por encomienda hacia Colombia»
De acuerdo a lo que mencionó el funcionario policial, «ahora también hemos ampliado la búsqueda de estas personas en Buenos Aires trabajando con la División Prófugos de la Policía Federal, y si estas personas continúan en el país es posible que tengamos resultados positivos. Hasta antes de cometer el hurto en Colón estaban residiendo en Lanús y en el barrio porteño de Flores. Por ahora tratamos de establecer si contaron con alguna clase de apoyo desde dentro de algún instituto, si bien en los días previos al hecho no se los había visto en Colón y también estamos a la espera de los rastreos de los teléfonos que utilizaban ya que en las filmaciones se ve a dos de ellos hablando, aunque no sabemos si lo hacían entre ellos o se comunicaban con terceras personas», agregó Páez.
Finalmente el jefe policial de la Departamental de Colón evaluó que «seguramente debe existir un mercado ilegal para este tipo de equipos, porque se trata de un material muy específico dado el uso al que se destina un ecógrafo. Si bien el valor de cada uno de estos equipos nuevos puede variar en función de modelos y funciones, pero se habla que cada uno de ellos puede costar unos 100 mil pesos», concluyó Páez. (El Once)