La última edición de la revista “Análisis”, que salió a la calle el jueves, dio cuenta de la existencia de tres denuncias que existirían en la curia por abusos a menores, datos que estarían en poder del arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, aunque nada de todo eso ha llegado a la Justicia.
La investigación publicada por el periodista Juan Cruz Butvilofsky traza un serio panorama respecto de la situación eclesiástica de Nicola, que lo vincula con la supuesta comisión del delito de abuso y corrupción de menores. Y de ello dan cuenta un exsacerdote y una laica, que hablaron personalmente con Nicola en Oro Verde, quien habría admitido las situaciones de “imprudencia”.
En efecto, fue la intervención del excura José Francisco Dumoulin -más una laica cuyo nombre se mantiene en reserva-, quien puso al corriente de esos hechos a Puiggari y también lo habló personalmente con Nicola. Ambos, Nicola y Puiggari, habrían admitido la existencia de esos hechos, lo cual agravaría mucho más la situación del párroco de la Parroquia Jesucristo Maestro y Señor de la Humanidad y Nuestra Señora del Rosario de Pompeya de Oro Verde.
Según “Análisis” publica en su última edición, “Puiggari conoce de las denuncias en contra de Nicola desde hace –al menos- cinco años. De hecho, el arzobispo ya sabe que no fueron dos los que denunciaron al cura Nicola sino tres. El tercer caso en realidad fue el primero al cual tuvo acceso la máxima autoridad de la curia entrerriana. El hecho sucedió en Luján –provincia de Buenos Aires- allá por 2012, cuando el propio Doumolín le hizo llegar a Puiggari la existencia de una víctima de Nicola que había decidido escribirle una carta al arzobispo donde señalaba que había sido abusado por el actual párroco de Oro Verde”.
Nicola protagonizó un pequeño sainete. Se fue de modo intempestivo de la parroquia de Oro Verde el 25 de octubre por un cuadro de estrés, según se encargó de explicar, pero volvió antes de que cante el gallo: el miércoles 29 de noviembre apareció, aparentemente recuperado de su cuadro de salud, y exultante. El cura Daniel Rodríguez, que había sido vicario -un escalón por debajo de párroco- y fue promovido a adminsitrador parroquial durante la ausencia de Nicola puso el grito en el cielo con ese regreso sorpresivo. La indignación de Rodríguez fue tal que hasta manejó la posibilidad de renunciar al sacerdocio, y marcharse de vuelta a su ciudad, La Paz.
En medio de la ausencia de Nicola, sucedió el escándalo con el profesor de música de la escuela parroquial de Oro Verde. Gabriel Flores, oriundo de Misiones, fue denunciado en la Justicia por un caso de abuso. En un confuso episodio, Flores despareció una noche, se fugó de Oro Verde, apareció en el Paraje La Virgen, de allá volvió, se entregó en la Policía y después declaró en la Justicia.
El asunto derivó en el apartamiento de la directora de la Escuela Parroquial Jesús Maestro y Señor, Daniela Cabrol.
Claro que la ventilación del caso Nicola movió al Ministerio de Salud de Entre Ríos a ordenar un sumario para esclarecer cuál es su situación. Nicola es empleado del Estado: cumple función de capellán en el Hospital Fidanza, de Colonia Ensayo, y por esa tarea cobra un sueldo como empleado de Salud. Su licencia por estrés, duró más de un mes, y los escándalos que lo rodean, con las denuncias periodísticas por casos de abuso, movieron a la ministra Sonia Velázquez a indagar en su situación laboral.
En Salud ordenaron una “investigación de oficio”, a nivel administrativo, que se encomendó al área legal que comanda Germán Coronel.
“Primero fue solamente una investigación administrativa por las licencias que tomó en la curia, pero después también avanzamos por estas denuncias por abuso. Si el sumario avanza, y se comprueba algún tipo de irregularidad, se podría llegar a separarlo del cargo”, reveló una fuente oficial.
Antes Nicola ya había estado bajo la lupa. El fiscal Federico Uriburu, de la Unidad Fiscal de Nogoyá, que llevó adelante la instrucción de la causa del cura Juan Diego Escobar Gaviria, pidió a Puiggari el legajo del sacerdote cuando éste fue citado por la defensa en el juicio que se desarrolló en Gualeguay. Pero el arzobispo sacó un as de la galera: impidió que Nicola declarase en el juicio, y al responder la petición del fiscal, expresó que el mismo se había tornado “abstracto”, y dejó a buen resguardo los antecedentes del párroco de Oro Verde. (Entre Ríos Ahora)