En diálogo con Diario Río Uruguay, el médico Joel Benech, una de las víctimas de los delincuentes, brindó detalles sobre el robo de equipamientos que sufrieron en Instituto Médico Quirúrgico Garat y el destino de los hurtado.
El profesional puntualizó que la banda está integrada por cinco personas, dos mujeres y tres nombres, los que haciéndose pasar por pacientes distrajeron al personal de atención al publico del Servicio de Diagnóstico por Imágenes (identificado con las siglas SEDIM), lo que fue aprovechado por “una persona que ingresó con un bolso al consultorio -que estaba cerrado pero sin llave- y sustrajo los transductores del ecógrafo”.
Más precisamente se trata de 5 transductores del ecógrafo Toshiba Applio 300, remarcando que se trata de equipamientos de alta gama con un valor considerable, pero subrayó que el mercado donde pueden comercializar estos aparatos “es muy reducido”, haciendo mención a que “yo creo que lo deben vender afuera, en ciudades de Paraguaya o Uruguay”.
Benech también trajo a colación que el hecho ocurrió alrededor de las 8 de la mañana de este sábado 2 de diciembre, pero “yo me di cuenta de esto recién a la noche, cuando fui a hacer un estudio”. Tras lo cual, con el personal de Investigaciones de la Policía de Concordia “cotejamos las cámaras y las fotos se correspondían con las imágenes que habían capturado de un robo en la clínica del Doctor Esteves”.
Confirmado que “eran los mismos delincuentes. Estas las cinco personas”. Que días anteriores habían sustraído equipamiento de ese lugar , utilizando la misma metodología de sustracción.
Más tarde, “tomamos conocimiento que los mismos delincuentes roban en Sanatorio Médico Quirúrgico de Colón, el mismo tipo de equipamiento” confirmó el médico.
A lo que se agrega la sospecha que serían los mismos que este martes robaron en los consultorios externos de OSECAC, de calle Corrientes y Damian P. Garat, de la ciudad de Concordia.
El mensaje para la comunidad es “que hay bandas que están organizadas, dedicadas a robar equipamiento médico y que encuentran en las ciudades chicas con un grado de confianza y relajación para hacer que ocurran este tipo de robos”
Antes de finalizar, confesó que “nos agarra un poco con la guardia baja”, mencionando que “nosotros estamos acostumbrados a atender mucha gente, no sospechas si se hacen pasar por pacientes, si están doloridos”.
Por lo que, por último, llamó a «estar muy alertas, cuidamos protegernos, no dejar blancos vulnerables, aumentar las normas de seguridad que uno no las tiene incorporadas en ciudades como esta.”, concluyó.