La Comisión de Obras Públicas y Regularización Dominial, que preside Guillermo González, acordó que continuará en tratamiento el proyecto elevado por Karina Percara para incorporar en la ordenanza 7.711 la prohibición de los grafitis, pintadas y otras conductas que devalúen el patrimonio público o privado, generando malestar en la ciudadanía y gastos a los propietarios en el mantenimiento de los inmuebles.
“Esto no debe entenderse como un ataque al derecho de expresión de quienes lo realicen, ya que algunos casos son una verdadera manifestación social artística y, por lo tanto, deben promoverse espacios para tal fin de propiedad municipal”, expresó la concejala.
La inciativa sostiene en su artículo 1 que quienes efectúen todo tipo de grafitis, pintadas, manchas, garabatos, escritos y otros grafismos con cualquier sustancia o materia en una propiedad pública o privada serán sancionados con 2 a 10 salarios mínimos. Quedarán excluidos los murales artísticos que se realicen con autorización del propietario y Municipio en su caso.
En segundo lugar, seguirá en tratamiento el proyecto presentado por Daniel Cucurullo con la finalidad de crear el programa Terrenos Limpios, debido a la gran cantidad de baldíos privados, lugares públicos en estado de abandono y que son un riesgo para la salud.
El programa tiene como fin notificar al propietario del terreno en un lapso de 45 días hábiles a su desmalezamiento, limpieza y saneamiento, ya que la falta de higiene de los baldíos afecta la seguridad y salud de los vecinos linderos. Tanto los pastizales como los microbasurales pueden contribuir al refugio de delincuentes como a la expansión de casos a nivel de epidemia de dengue. Además, debido a la creciente del Uruguay, prolifera una cantidad de alimañas y roedores cuando el río baja. La calle