La presidenta de AReNe reflejó su desazón y preocupación por la realidad que le toca vivir. Las dudas y las deudas se suman a la indiferencia de quienes la venían acompañando en el ambicioso proyecto de rehabilitación neurológica.
“Con la presencia del gobernador Sergio Urribarri se iniciará la construcción del edificio del Instituto de Rehabilitación Neurológica (AReNe) en Concepción del Uruguay, que será modelo y de última generación. Será un centro que atenderá todas las enfermedades neurológicas, único en el país. Se podrán atender los que puedan pagar y quienes no, y será administrado por AReNe”, explicaba en el frío julio de 2012 la presidenta de la entidad, Graciela Bovino. El 24 de julio de ese año los protagonistas e impulsores del centro, junto a la compañía de los funcionarios públicos daban cuenta del inicio de construcción de obra para el centro de AReNe en nuestra localidad. Hoy, cinco años más tarde, aún no funciona, a pesar que en noviembre del 2015 fue inaugurado con bombos y platillos.
Sin respuestas
El flamante centro Centro Neurológico Alfredo F. Thompson de AReNe, resulta una obra más que anhelada para su propulsora, Graciela Bovino, quien abrió las puertas a Diario LA CALLE para responder la pregunta que hoy nos hacemos todos y todas los uruguayenses; ¿qué pasa con el instituto para el cual aportamos tanto?. Según relató Graciela, no hay respuestas para la puesta en marcha del lugar; se suman deudas, desilusión y desolación ante aquellos funcionarios que habían asumido un compromiso y hoy cambiaron sus espacios, ocupan otras bancas y aquel adeudo de escolta para un centro modelo en la región, se disolvió con el correr de los años.
La realidad
En el diálogo Bovino declaró: “estamos sosteniendo AReNe como podemos porque la verdad es que hay pagar sereno, la secretaria, la luz y demás gastos que tenemos. El instituto adentro está perfecto, se ve medio desprolijo afuera porque no tenemos para arreglarlo, entonces lo arregla la Municipalidad cuando puede”.
“La situación es que está todo listo, hasta cuadros decorativos y escritorios, falta el equipamiento, las normas de bioseguridad y algunos detalles, que no son muchos, para habilitarlo; pero si no completamos con los profesionales y todo lo que hace falta no podemos categorizarnos y posteriormente gestionar las obras sociales. O sea, que nosotros necesitamos plata para empezar a manejarnos, no podemos contratar profesionales y decirles que si tenemos plata le pagamos y si no, no van a cobrar”, manifestó Graciela y añadió: “estamos con gestiones en la Municipalidad a través del Intendente por un lado, y estamos en gestión también con la Nación. Desde provincia nos dicen que no tienen plata y nosotros no podemos arrinconarlos”.
En referencia a un trascendido que tiene que ver con el acompañamiento del gobierno provincial señaló: “en su momento la provincia salió de aval nuestro ante la Conadis y en ese momento Lauritto era Vicegobernador. Allí firmaron que nos iban a dar la plata para poner en marcha el centro, teníamos previsto un año más o menos, es decir el transcurso de este 2017, con 3 millones de pesos que habíamos calculado con un turno de ocho horas de trabajo y esa plata no llegó nunca”, explicó.
“Nosotros cumplimos, nos metimos hasta la cabeza en cuentas para terminar con la obra y entregarla en octubre del año 2015 y lo hicimos. Yo se que la gente está muy enojada y como yo soy la cara visible de la institución, me dan como en la guerra, pero realmente no podemos salir a hacer nada porque la situación está mal. Además si salimos a pedir plata se me cae la cara porque la gente está esperando que abramos el espacio”, sentenció.
Por otro lado, en cuanto a la selección de los profesionales que se realizó tiempo atrás declaró; “están todos esperando, pero no quisimos que sigan trabajando porque sin la plata yo no puedo firmar contrato con gente que después no le vamos a poder pagar”.
“Nos quedan tres deudas con varias casas de la ciudad, alrededor de 100 mil pesos aún restan por pagar. A todo esto con la plata de los socios tenemos que pagar a la secretaria, la luz y los servicios, los arreglos por el uso del lugar si se rompe algo, entre otras cuestiones”, comentó Bovino y añadió: “nos falta la central telefónica, el servicio de emergencia y el equipamiento. Creemos que serán como 600 mil pesos de inversión los que faltarían”.
“Me soltaron la mano”
En la conversación la referente del instituto local habló de la lejanía por parte de los funcionarios que en su momento se comprometieron a acompañar el proyecto del centro y hoy no están y denunció: “por supuesto que siento un abandono por parte de los que hoy no están, a mí me soltaron la mano, pero es lo que nos tocó. Estamos ante un momento de crisis y para terminar la obra y ponerla en marcha nos tocó justo el cambio de gobierno”.
En cuanto a las expectativas para poder concretar la obra y poner en marcha el espacio relató: “me dijeron que espere a que pasen las elecciones, así que estamos esperando alguna noticia tanto por parte de la provincia como de la Nación”.
“Quiero que la gente pase por el espacio, los esperamos y vamos a abrir para que la gente vaya y vea lo que nos falta. Quiero que se pongan en mi lugar, tampoco puede regalarlo e invito a todos a que pasen y vean el lugar”, concluyó Bovino en declaraciones a este medio de comunicación. (La calle)
