Tras años de silencio deciden confesar un abuso. ¿Qué les hace esperar tanto tiempo, para sacar estos hechos aberrantes a la luz? La licenciada en Psicología Graciela Mántaras dijo a Elonce TV qué ocurre con las víctimas.
Se han conocido muchos casos, incluso de personalidades públicas, que, tras décadas de silencio, denunciaron a sus agresores. ¿Por qué esperaron tanto tiempo?
Elonce TV dialogó hoy con Silvia Lucero, una sobreviviente de abuso, que se animó a contar su historia para «ayudar a otras víctimas a denunciar los vejámenes».
Cuando el abuso sexual ocurre durante la niñez, está asociado con culpa y vergüenza. Si el abuso vino de algún miembro de la familia, ¿A quién se acude?: A menudo hay muchas barreras desde un punto de vista psicológico que explican por qué las víctimas no confiesan. Así lo explicó la licenciada en Psicología, Graciela Mántaras.
«Quién ha sufrido un abuso, si ha ocurrido en la infancia, tarda mucho tiempo en verbalizarlo, entre otras cosas, porque «la mente de un niño tiene mucha dificultad para comprender cabalmente lo ocurrido», puntualizó. «Suele ocurrir con mucha frecuencia que el abusador es alguien del entorno familiar, un abuelo, tío, padrastro, hermano mayor, primo; todas personas que, para un niño deberían representar el amor, el cuidado, la seguridad. Lo que resulta como extraño y difícil de comprender, es porqué una conducta de tal magnitud proviene de una persona de su entorno», acotó.
Además, la psicóloga dijo que «suele ocurrir que ese abusador amenace a ese niño, con que algo le va a pasar si cuenta».
«Esa mente infantil tiene que procesar a lo largo de unos cuantos años, esos hechos, para comprender cabalmente lo ocurrido», dijo. Detalló otro «aditamento» que es «la vergüenza de poder pararse frente a otros y poder poner en palabras lo ocurrido que muchas veces, lleva muchos años». Las víctimas en estos casos, «son adultos jóvenes, que parados en una actitud más madura, pueden comprender lo ocurrido y vencer la vergüenza social y denunciar lo ocurrido». (El Once)