Reforma laboral: “Se está jugando el presente y el futuro de la clase trabajadora”, advirtió Oscar Muntes de ATE

Fue el propio ministro de Trabajo Jorge Triaca quien confirmó la iniciativa: el gobierno nacional pretende una reforma laboral a medida de los empresarios. Esto puso en alerta a los trabajadores de todo el país porque, de llevarse a cabo, los principales derechos del colectivo trabajador se verán afectados: «Aquí se está jugando el presente y el futuro de la clase trabajadora», explicó el secretario General de ATE, Oscar Muntes. El dirigente calificó lo que se está definiendo como el «derecho definitivo» y pidió «unidad de acción dejando atrás las mezquindades» para enfrentar al gobierno de Mauricio Macri y su iniciativa acorde a los empresarios. «Este gobierno pretende borrar de un plumazo los derechos básicos de los trabajadores», explicó el dirigente de ATE. Además, reclamó a la burocracia sindical que esté «a la altura de esta circunstancia histórica» y citó a Perón: «Con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes».

La excusa es la competitividad. Como Brasil impulsó una reforma laboral flexibilizadora que les «baja los costos de producción» mediante ajuste a los trabajadores, la Argentina no puede quedarse atrás porque competimos con el país limítrofe a la hora de recibir las inversiones. La extorsión gubernamental argumenta que si no se bajan los costos de producción -siempre ajustado sobre la clase trabajadora- no tenemos competitividad y Brasil recibe las inversiones que, presuntamente, vendrían a la Argentina. La «lluvia de inversiones» que prometieron Macri y el «mejor equipo de los 50 años» estaría en sequía por culpa de que los trabajadores tienen derechos.

Cada uno de los puntos de la norma brasilera que se pretende imitar van contra derechos consagrados a favor de los trabajadores. En esta encrucijada el presidente se posiciona en el lugar donde está posicionado desde que nació: del lado de la patronal empresarial. Es por esto que se piensa en una reforma hecha a medida de las empresas y contra los trabajadores. El desguace de los convenios colectivos, la fragmentación de la organización sindical, la extensión de la jornada laboral a 12 horas, las vacaciones, las licencias por maternidad y otras tantas cosas son las que están en juego.

«Esto significa una avanzada del sector conservador y de derecha. Nosotros vemos con preocupación en base a como nos organizamos los trabajadores y todo el campo popular para defender nuestros derechos. Nos ha costado mucho lo que nosotros hemos conseguido en la historia. Este gobierno pretende borrar de un plumazo los derechos básicos de los trabajadores. Estamos convencidos que no es sólo un avance contra los sindicatos, como la quieren vender desde el gobierno, sino que están yendo contra los intereses de los trabajadores para beneficiar a los sectores concentrados», analizó Oscar Muntes en diálogo con Radio UNER Paraná.

Las elecciones aparecen como un factor clave: si Cambiemos obtiene un triunfo contundente, esto legitimaría las transformaciones que Mauricio Macri pretende implementar.

Pero el movimiento obrero pretende dar la pelea y resistir ante la embestida de la derecha y su portavoz oficial Mauricio Macri: «Tenemos que responder en unidad de toda la clase trabajadora, teniendo en cuenta los objetivos de la derecha en el continente. Hay que dejar todas las mezquindades de lado porque van directamente al corazón de los trabajadores. Desconocer los convenios colectivos es ir sobre los derechos de los trabajadores, perderemos toda posibilidad de defender nuestra fuente laboral, nuestros derechos conquistados», argumentó el secretario General de ATE.

«Los trabajadores no podrán tener estabilidad y te podrán despedir cuando quieran. Las mujeres no podrán acceder a derechos consagrados como son aquellos referidos a la maternidad», lamentó.

Muntes se preocupó por recalcar que hay que «tener cuidado» en como presenta la iniciativa el gobierno y «su propaganda». «Este sería un retroceso mayor al que ellos mismos pretendían hacernos retroceder, es una barbaridad», señaló.

«No nos queda otra que pararnos muy fuerte ante el avance de la derecha. Si nosotros

nos plantamos, esta ley no podrá aprobarse», vaticinó Muntes.

Pero no todos los dirigentes sindicales han mostrado contundencia y claridad a la hora de posicionarse en los acontecimientos históricos, como así tampoco en los hechos cotidianos. Un importante sector de las conducciones sindicales forman parte de lo que se conoce como la «burocracia sindical». Dirigentes que se eternizan en el poder, que resuelven todo en mesas cerradas, con discusiones de baja calidad democrática. Además, son los responsables de acuerdos espurios en nombre de la «negociación» con el gobierno y las patronales privadas. Incompatibilidades como la de José Ángel Allende, que es secretario General de un sindicato que defiende a trabajadores estatales (UPCN) y, a la vez, diputado provincial del partido que gobierna la provincia que contrata y cercena los derechos a esos trabajadores.

Ante la consulta de los periodistas sobre el rol que jugará la burocracia sindical, Muntes respondió: «Hay muestras claras, hace unos meses no se animaban a ponerle fecha a un paro y el pueblo en ese momento se expresó: con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes», señaló citando a Juan Domingo Perón.

«Aquí no hay posibilidad de titubeo, aquí se está jugando el presente y el futuro de la clase trabajadora. Se está jugando el derecho definitivo que hemos logrado a través de la historia. Se han dejado muchas vidas por esto. Si la dirigencia sindical no está a la altura de la circunstancia y no encabeza esta dura lucha que hay que llevar adelante, seguramente vamos a ir avanzando nosotros desde el pueblo trabajador. Estoy convencido que la clase trabajadora no se va a dejar pasar por arriba, este tema es clave para el futuro de la comunidad nuestra», analizó. (Análisis)

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