Coronavirus en la Argentina: la cuarentena seguirá hasta el 24 de mayo

Lo anunció el presidente Alberto Fernández junto a Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof. Críticas al modelo sueco. El resto del país podrá flexibilizar las restricciones.

El presidente Alberto Fernández​ confirmó este viernes que la cuarentena contra el coronavirus continuará hasta 24 de mayo y que se mantendrán los controles estrictos en la región metropolitana de Buenos Aires, aunque en la Capital Federal se permitirán salidas de chicos durante los fines de semana.

El Jefe de Estado presentó la cuarta fase del plan de aislamiento que establece la «reapertura progresiva» de las actividades, pero aclaró que esa etapa no se emprenderá en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires donde todavía se registra un alto nivel de contagios.

«La última vez llegamos a la segmentación geográfica y habilitamos a que circule el 50% de la población. Y habíamos dicho que el tiempo de duplicación de casos tenía que estar entre 15 y 25 días. En ese momento teníamos 17 días. Para pasar a la reapertura progresiva, donde ya el Estado nacional comienza a dar excepciones a las provincias y las provincias se pueden mover con más libertad, hace falta que el tiempo de duplicación de casos sea superior a los 25 días», explicó.

Y seguido, dijo que ese último objetivo se logró en la mayoría de la Argentina menos en el Area Metropolitana de Buenos Aires. «En conclusión, el decreto lo que va a disponer es que toda la Argentina, salvo el AMBA, todo lo demás pasa a la fase cuatro», remarcó y reiteró que «el objetivo no se ha podido lograr» en esa región porque la «densidad poblacional es muy grande y todo es más complejo».

Respecto a lo que sucederá en el resto de la regiones que lograron contener la reproducción del virus, el Presidente dijo que la decisión de habilitar industrias y comercios quedará en mano de los gobernadores.

«Lo que nosotros estamos haciendo es anexar en el decreto una serie de protocolos que permitirían habilitar a un número muy importante de empresas para que empiecen a trabajar en distintas actividades. Son protocolos de actividad y lo único que tendrán que verificar los gobernadores a la hora de habilitar es que esos protocolos sean cumplidos y después fiscalizar que no dejen de cumplirse», explicó el primer mandatario.

“A todos nosotros la economía nos preocupa mucho. Nosotros sabemos el padecimiento de los que no la están pasando bien porque tienen sus negocios cerrados, porque no pueden trabajar, porque no pueden hacer todo lo que quisieran hacer en términos de desarrollo. Nosotros sabemos el problema que tenemos y los problemas que la cuarentena genera a los fines del desarrollo económico”, dijo Fernández.

El Jefe de Estado presentó el nuevo esquema junto al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, con quienes antes repasó los últimos detalles del cronograma que se pondrá en marcha el lunes próximo.

«Todo esto lo estamos haciendo porque conocemos el problema que la economía atraviesa frente a la cuarentena. Pero lo que más nos preocupa y nos interesa es preservar la salud de nuestra gente», agregó.

Sin embargo, el presidente Fernández aprovechó para rechazar los reclamos de algunos sectores para habilitar la plena actividad económica y que pusieron como ejemplo modelos que se utilizaron contra la pandemia en países como Suecia.

«De haber seguido el ejemplo de Suecia, nosotros tendríamos 13.000 muertos. Digo todo esto para quienes son atrapados por la ansiedad de abrir la economía sin medir las consecuencias sobre la salud y la gente», replicó.

Seguido, el Jefe de Estado pidió dar «vuelta la página para ver cómo seguimos combatiendo la pandemia y terminemos esta discusión en la que nos han metido falsamente en la que nos quieren hacer creer que si abrimos la economia vamos a terminar mejor, si abrimos la economia vamos a terminar como Suecia.

 

Estado de situación

El Presidente ​destacó los resultados del aislamiento social y reiteró: «Estamos logrando los objetivos pero no hemos ganado la batalla».

«Hemos logrado que la multiplicación de casos se dé en los tiempos que nos proponemos con el esfuerzo de la cuarentena», resaltó y detalló que «el total del país hoy se contagia cada 25,1 días».

Sin embargo, inmediatamente después aclaró que «el Area Metropolitana de Buenos Aires no logra ese objetivo» y dijo que esa situación «tiene muchas explicaciones».

«No es ni descuido ni falta de trabajo de los que gobiernan ni de los intendentes. Tiene que ver con la naturaleza demográfica de esa región. Es la región más densamente poblada”, aseguró.

El presidente Fernández anunció su decisión tras cumplir con un procedimiento que se tornó habitual en medio de la crisis que desató la pandemia en el país: nuevamente realizó una ronda de consultas con sus funcionarios, con los referentes sanitarios que integran el Comité de Expertos, con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador Axel Kicillof.

En esta oportunidad, el resto de los mandatarios provinciales quedaron afuera de las conversaciones por videoconferencia con sede en Olivos.

En esas conversaciones, el Jefe de Estado analizó la situación epidemiológica y el margen de acción para continuar flexibilizando las restricciones que se pusieron en marcha el pasado 20 de mayo.

Pero además, en el caso de los gobernadores, el contacto es fundamental porque son ellos los que tomaron la posta a principios de abril para identificar qué actividades pueden desarrollarse en sus jurisdicciones y solicitar al Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, la habilitación de las mismas. Todo procedimiento debe llevarse adelante con un protocolo especial para evitar contagios y con un seguimiento para constatar que no se produzca un desborde.

El diseño de esta fase de cuarentena tuvo como referencia fundamental la grave situación que atraviesa la economía en su conjunto. Y por ello, la mayor novedad es que se avanzará con la reactivación de industrias y con la reapertura de comercios.

La nueva etapa arrancará al cumplirse 50 días del aislamiento social preventivo y obligatorio con el que se trató de desacelerar la circulación del coronavirus. En ese período, según el diagnóstico del Gobierno nacional, se lograron exitosos avances tanto para aplanar la curva de los contagios como para reforzar al sistema sanitario con la ampliación de las habitaciones de terapia intensiva, la distribución de insumos médicos esenciales y la capacitación del personal.

Un dato que entusiasma a quienes definen el plan de acción es que la cuarentena permitió que la duplicación de contagios se produzca cada un promedio de 25 días y por ello se proyecta ahora que el pico de la enfermedad podría registrarse en julio.

«Estamos alrededor de eso. Puede haber un margen de error», indicó el infectólogo Pedro Cahn, uno de los principales asesores del presidente Fernández frente a la debacle que instaló el coronavirus.

También esa continuidad de la cuarentena se esbozó ante las señales de agotamiento social que motivó cacerolazos. “Hay personas agotadas y angustiadas y que quieren volver a alguna actividad”, reconoció el ministro de Salud, Ginés González García.

Por lo pronto, en la Argentina se superó días atrás la barrera de los 5.000 contagios y hubo un salto en la identificación de nuevos casos mientras que se desconoce cuál podría ser el impacto de la llegada de las bajas temperaturas.

La situación más preocupante continúa centrándose en la Capital Federal, en el Conurbano bonaerense y fundamentalmente en los barrios más habitados, como es el caso de algunas de las villas porteñas donde las autoridades sanitarias comenzaron a realizar operativos especiales para identificar a las personas con coronavirus para disponer su aislamiento.

Las medidas de aislamiento social se transformaron en la única barrera para tratar de evitar las dramáticas consecuencias que genera el coronavirus. En la Argentina, esa medida se puso en marcha el 20 de marzo, cuando se contabilizaban 128 casos y 3 muertes, y debía extenderse inicialmente hasta el 31 de marzo.

Cuando se contabilizaban 820 contagios y 21 fallecidos, el Jefe de Estado anunció la continuidad del aislamiento social obligatorio hasta el fin de Semana Santa, es decir, hasta el lunes 13 de abril .

También por aquellos días, Alberto Fernández se ocupó de remarcar que la prioridad era el resguardo de las vidas más allá del impacto de la cuarentena en la economía y por ello rechazó los cuestionamientos de empresarios. «Bueno muchachos, les tocó la hora de ganar menos», les respondió y les reclamó no desamparar a los trabajadores recurriendo a despidos.

La segunda extensión se anunció el 10 de abril, pero se presentó con la posibilidad de que los gobernadores comiencen a proponer el levantamiento de las restricciones en las zonas de menor circulación. A cargo de resolver esos pedidos quedó el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien los analiza con los especialistas sanitarios.

Y finalmente la tercera se presentó el 25 de abril, cuando se incluyó una confusa disposición del Gobierno nacional para habilitar salidas para el esparcimiento, de una hora por día y que debían realizarse en una zona no mayor a los 500 metros del domicilio donde se cumple la cuarentena.

Poco después de esa presentarse esa posibilidad, fueron varios los gobernadores que salieron a aclarar que no incorporarían ese esquema.

Clarín

Radio: 102.5 FM | TV: Canales 52 & 507 | LRM774 Génesis Multimedia ((HD Radio & TV))