Esas fueron las conclusiones de un taller en el que se debatió el proyecto para una doble traza vial, con cuatro ejes de discusión.
Infraestructura deficiente, falta de control estatal y ausencia total de decisión política para cambiar las cosas explican de forma sintética por qué la ruta Victoria – Rosario se convirtió en los últimos años en una trampa vial para automovilistas y en un problema ambiental para la región, ya que esa traza atraviesa una zona protegida por ley como es el Pre Delta del río Paraná.
Esas fueron las principales conclusiones del taller participativo sobre el proyecto para ampliar a una doble vía esa ruta realizado el pasado 25 de abril, y cuyos resultados de difundieron la semana pasada, del cual participaron diferentes organizaciones que discutieron en torno a cuatro ejes: infraestructura, ambiente, seguridad vial y desarrollo económico productivo.
En relación a la infraestructura, el principal problema identificado fue «la escasa y deficiente iluminación y señalización vial que afecta la seguridad vial de la traza», explica el documento que recopila las conclusiones de la reunión.
También se planteó la ausencia y mal estado de las banquinas y la inexistencia de pasafaunas seguros y en sitios apropiados que impidan el atropellamiento creciente de animales, un hecho que recrudece en épocas de creciente y que ya fue denunciado reiteradas veces.
En relación a las instancias de control estatal, el principal problema identificado fue la ausencia de controles de velocidad máxima de los vehículos, un dispositivo obvio para ayudar a disminuir los accidentes que jamás fue implementado en ese camino.
«El obstáculo más sobresaliente manifestado por las organizaciones para la resolución de los problemas es la falta de decisión política para movilizar recursos económicos y humanos. Para esto deben intervenir los organismos de jurisdicción nacional que tienen directa competencia en la traza y en la responsabilidad de la empresa concesionaria» dicen las conclusiones del taller, del cual también participaron los intendentes de Victoria, Rosario, Nogoyá y Rosario.
Soluciones
A la hora de proponer ideas, las organizaciones sugirieron como principal medida estrategias ligadas a controlar la velocidad de los vehículos que circulan a través de la dispositivos tecnológicos como cámaras, radares fijos y radares móviles diurnos y nocturnos.
También se mencionó la posibilidad de conformar un ente regulatorio donde intervengan los diferentes actores sociales involucrados cuya finalidad sea controlar y regular los usos del territorio afectado, su seguridad vial y el cuidado del ambiente.
Las organizaciones propusieron que los recursos para poder avanzar con esas iniciativas provengan del presupuesto nacional y de la empresa concesionaria.
Según informaron desde el Consejo Económico y Social, organizador del encuentro, la información sistematizada servirá de insumo para la elaboración de una propuesta técnica que será elevada al Ejecutivo nacional. (La Capital)