Por unas horas, la última despedida de una mujer, se convirtió en tiempo de incertidumbre y espera.
Se confirmó que la empresa fúnebre había llevado adelante el riguroso procedimiento, habitual y obligatorio, ante un deceso. En este caso, se trató de una adulta mayor, cuyo cuerpo fue preparado para ser velado, sin registrarse inconvenientes técnicos ni legales. El inusual hecho tuvo lugar este fin de semana, en San Salvador.
Sin embargo, avanzada la última despedida, un familiar decidió dar aviso a la policía de sus firmes sospechas de que la señora estaba con signos vitales.
Las circunstancias ameritaron una interrupción en el velorio, procediéndose a coordinar un traslado de la occisa, para darle intervención al médico del hospital de esa ciudad, quien mediante una nueva examinación, ratificó el fallecimiento.
Despejadas las hipótesis que tensionaron el ambiente, se continuó con el ritual, publicó FM Estación Plus Crespo.