La Iglesia tomó nota del anuncio hecho este jueves por la noche por el presidente Alberto Fernández al anunciar la cuarentena obligatoria para frenar el avance del coronavirus.
Así, se dispuso el aislamiento social preventivo y obligatorio para todos los habitantes del país desde las 00 horas del viernes hasta el 31 de marzo.
Se adelanta el feriado del 2 de abril para el 31 de marzo y el 30 de marzo será feriado puente.
Los negocios «de cercanía» permanecerán abiertos.
Los ciudadanos solo podrán salir de sus casas para ir a farmacias y a comprar alimentos en la zona donde viven.
Constituye delito contra la salud pública violar estas restricciones. La persona puede ser detenida y, si está en un vehículo, este puede ser secuestrado.
Habrá sanciones para quienes incumplan el aislamiento, que serán las que dispone el Código Penal.
La calle será controlada por las Fuerzas Armadas, la Policía Federal y las policías locales.
El transporte público de pasajeros funcionará solo para quienes están exceptuados.
«Guardándonos en casa vamos a evitar que el virus se propague, o que se propague más lentamente, de tal modo que el sistema sanitario argentino le pueda hacer frente», dijo el Presidente en conferencia de prensa.
La Iglesia ya tomó el guante y suspendió las misas con asistencia de fieles.
Así lo anunció esta noche el Obispado de Gualeguaychú, en una carta firmada por el obispo Héctor Zordán.
«En vista del agravamiento de la situación planteada en nuestra Patria por la rápida propagación del coronavirus (COVID-19) y de la profundización de las medidas asumidas por las autoridades del país, quiero volver a expresar mi preocupación compartida con todos y la seguridad de mi cercanía y mi afecto paterno, particularmente hacia quienes estén padeciendo las consecuencias de la epidemia», dijo Zordán.
Y afirmó que «después de haber escuchado el parecer de sacerdotes, laicos y consagrados de nuestra Diócesis, dispongo a partir de la fecha y hasta tanto no se comunique otra cosa por un medio similar a este:
- Suspender las celebraciones con asistencia de fieles en todas las parroquias, iglesias y capillas, recordando la dispensa de la obligatoriedad del precepto dominical ya vigente para todos.
- Mantener nuestras parroquias disponibles para acompañar las necesidades de nuestros hermanos.
- Animar a nuestros sacerdotes, consagrados, diáconos permanentes y agentes de pastoral a mostrarse disponibles para acompañar a nuestro pueblo en este momento de emergencia. No obstantes les pido a todos, particularmente a aquellos que están en grupos de riesgo, que tomen los recaudos necesarios para cuidar su propia salud y la de los demás».
Entre Ríos Ahora