Con el lago rondando los 30.70 metros, emergió la vieja Federación, ciudad que fue demolida y hundida en 1979 para el embalse de la represa de Salto Grande. Sus ex habitantes la recorren con nostalgia.
Por la gran bajante del Río Uruguay y con el lago rondando los 30.70 metros, emergió la vieja Federación, ciudad que fue demolida y hundida en 1979 para el embalse de la represa de Salto Grande.
Ahora sus ex habitantes recorren con nostalgia los escombros y cimientos que quedaron, camina, miran, comentan y hasta dejan escapar un lagrimón ante la incontenible emoción de volver a verla antes de que vuelva a desaparecer.
Sobre las vivencias de su familia, Yamila Bravo dijo a cronistas de El Sol que «yo nací en la vieja Federación pero nos fuimos al nuevo asentamiento cuando yo era chica, recuerdo que con mi familia fuimos unas de las primeras en mudarnos a la nueva ciudad. Yo recuerdo que acá en la vieja ciudad mi mamá se dedicaba a la limpieza de casas de familia, y mi padre siempre se dedicó al tema aserradero, pero siempre trabajó en los secaderos de maderas».
«Fue en el año 79 que nos tuvimos que mudar la nueva Federación -recordó con melancolía- fue en ese año que inundaron la ciudad vieja y ahí nos mudamos porque fuimos uno de los primeros en ocupar la nueva ciudad. Mis padres ya no están pero mi papá siempre recordaba las cosas que había en nuestra casa, siempre recordaba el aljibe, también recordaba con mucha nostalgia y emoción las picardías que hacía de joven con los hermanos».
Del mismo modo Yamila contó que «mi madre siempre me decía que muchas personas mayores que fueron a vivir a la nueva Federación lo hicieron con mucha pesadumbre y sufrieron mucho, me contaba que algunos se enfermaron y otros murieron porque no se hallaron en ese lugar. Pero para los jóvenes era una ciudad nueva, era una cosa distinta ver qué es lo que iba a pasar, o sea las comodidades que tenía porque cuando vivían en la ciudad vieja había mucha precariedad porque era una ciudad antigua, pero para los que fuimos de chico o para los que nacieron en la nueva fue algo totalmente distinto aunque la nostalgia de la gente grande que vivió acá en la vieja Federación no se le borra nunca», lamentó.
Mirando lo que queda de esa vieja ciudad con un aspecto fantasmal, Yamila dijo «ahora que se ven los escombros viene mucha gente y la verdad es que da pena verlos como se les caen las lágrimas cuando recorren y comentan dónde vivieron y reconocen la casa que habitaron y comentan lo que había, en que habitación dormían y todo eso, la verdad es que ver eso da pena por esa gente que recorre con mucha nostalgia lo que fue parte de su vida que quedó enterrada en los escombros de algo que no está más», concluyó Yamila.C (El Once)