Miguel Silio es un fanático de la pedaleada y hace varios meses que cruza Europa en su bicicleta. Su nuevo desafío es finalizar el 14 de junio, cuando Rusia enfrente a la selección de Arabia Saudita en el partido inaugural del Mundial.
Miguel Silio es oriundo de Gualeguaychú, y llegará el 14 de junio a Moscú, pero no arribará en avión sino a bordo de su bicicleta. Desde Bielorrusia y transitando el trayecto previo a Rusia, le contó a ElDía las aventuras que tuvo desde que partió y todo lo que espera vivir en la gran fiesta del fútbol.
Según Google Maps, entre Minsk, capital de Bielorrusia, y Moscú, capital de Rusia, hay 742 kilómetros, y el trayecto pasa por más de cuatro docenas de ciudades y pueblitos imposibles de pronunciar para los hispanoparlantes. Sin embargo, un gualeguaychuense no sólo que transita ahora mismo ese camino sino que lo hace en bicicleta; y todo por un único objetivo: llegar a la mayor cita del fútbol: el Mundial de Rusia 2018.
Esta es la historia de Miguel Silio, un fanático de la pedaleada que hace varios meses que cruza Europa en su bicicleta. Desde que partió con esta travesía, ya recorrió unos cuatro mil kilómetros, y el trecho entre Minsk y Moscú es el desafío que ahora emprende y el cual planea finalizar el 14 de junio, cuando la anfitriona Rusia enfrente a la selección de Arabia Saudita en el partido inaugural de la Copa del Mundo.
«Hace 17 años que hago cicloturismo, que no es otra cosa que usar la bicicleta para desplazarte a través de distintos lugares. Es mi séptimo u octavo viaje por Europa, pero este lo decidimos hacer para llegar a Moscú justo cuando arranque el Mundial», contó con orgullo Silio a ElDía.
Pero contrario a lo que cualquier mortal que sólo usa la bicicleta para dar una vuelta al Parque Unzué o a la Costanera, Rusia no es la meta final en el viaje que este gualeguaychuense está llevando a cabo: «Luego del Mundial, pienso continuar hasta mediados de agosto y recorrer los países escandinavos, como Estonia, Letonia y Lituania», adelantó con una tranquilidad inaudita para informar que luego de la Copa del Mundo seguirá pedaleando unos 1300 kilómetros más.
La travesía de Miguel comenzó el 12 de abril pasado, cuando partió de Madrid, España, acompañado por su esposa, Martina Sack. Juntos recorrieron los áridos caminos españoles, cruzaron los Pirineos, anduvieron por los senderos plagados de viñedos, establos y castillos medievales de la campiña francesa y llegaron a la pintoresca Baviera y la frondosa Selva Negra alemana, más específicamente a Múnich. En esta ciudad, Martina finalizó su acompañamiento y su lugar lo tomó Carlos Aguiler, amigo de Miguel, con quién hizo el resto del trayecto y completará la travesía.
«Nos vamos a quedar 15 días en Moscú. La idea es poder ver los partidos de la Selección. Tengo entrada para ver el tercer partido (Argentina vs. Nigeria el 26 de junio en el estadio Krestovski de San Petersburgo) también tengo tickets para el partido de octavos. Todavía no hemos podido adquirir entradas para los demás partidos de la primera fase, pero intentaremos buscar algunos haya en Moscú», afirmó entusiasmado.
En promedio, Miguel realiza un promedio de 100 kilómetros por día; a veces pueden ser 80, si el terreno es difícil o el paisaje amerita aminorar la marcha, mientras que otros días sobrepasa tranquilamente los 120 kilómetros. «Si algún lugar nos gusta, nos quedamos un poco más, y si no encontramos nada interesante, seguimos viaje un poco más. El viaje se va armando día a día, y muchas veces cambiamos el itinerario por consejos de los lugareños, que nos señalan caminos lindos que no teníamos en cuenta hasta ese momento», sostuvo en la charla que mantuvo desde Minsk con ElDía.