Provocaron serios daños en la escuela Basavilbaso de Concordia. Se movieron por todo el establecimiento, dando indicios de que conocían el lugar. La alarma nunca sonó. La directora lamentó lo sucedido.
La Escuela primaria Basavilbaso de la ciudad de Concordia recibió, lamentablemente, en horas de la noche de este miércoles la visita de un grupo de maleantes.
Los delincuentes no solo rompieron mobiliarios, dañaron estructuras, además ingresaron al kiosco del edificio escolar y rompieron todo a su paso, para luego alzarse con varias pertenencias.
El establecimiento se encuentra en calle La Rioja, entre Tratado del Pilar y Antonio de Luque de la capital del citrus.
Ana Garat, directora del establecimiento educativo lamentó el hecho al señalar al diario El Sol que «hoy (por ayer) los ordenanzas llegaron a la escuela y cuando abrieron las rejas y la puerta de ingreso se encuentran que había cosas tiradas. Me llamaron inmediatamente y avisamos a la policía y, por ahora, lo único que nosotros pudimos constatar son daños, tanto en el comedor, en el sector de aulas, el material de los docentes. Pura maldad en los daños, porque robo en realidad no hubo, pero la escuela se ve muy perjudica, debido a que las familias de nuestros alumnos son muy humildes y necesitamos, sobre todo, el apoyo moral porque las cosas se recuperan de a poco porque son materiales y gracias a Dios no hubo nada más grave».
Asimismo la docente subrayó que «nosotros suponemos que son chicos los que han entrado, porque abrieron y rompieron el kiosco y hasta se encontraron golosinas tiradas. Además tiraron un montón de maples de huevos en el suelo en el piso de la cocina, fue por hacer daño nada más, maldad y daños por alguna situación difícil que viven ellos».
«Una vez que se logre limpiar la escuela y reubicar todo en su lugar volverá a funcionar normalmente, por hoy día miércoles (por ayer) suspendemos las actividades», expresó la directora, quien del mismo modo se refirió sobre el tiempo que los autores podrían haber permanecido dentro de la escuela.
«No sabemos el tiempo que pueden haber pasado adentro, porque la alarma no suena debido a que el establecimiento tiene un estado edilicio difícil, está todo húmedo y se llueve. Uno recorre arriba y se encuentra todo inundado por la lluvia que ha caído en todos estos días, la alarma no ha funcionado y todos esos menores, me imagino yo, que conocen la escuela porque saben dónde suena y dónde no suena, teniendo en cuenta que anduvieron en los sectores donde no está conectada. Creo que es más un golpe a la moral nuestra que nos dedicamos tanto y le dedicamos tanto a la escuela y a veces no se le da el valor que corresponde y esperemos que mañana jueves (por hoy) podamos seguir adelante, normalmente como todos los días de nuestra labor», concluyó con voz quebrada la docente.
El epílogo de los destrozos fue lo que escribieron en uno de los pizarrones: «le robamos todo p. . . «. (El Sol)