«Dice que se presentó el 22 de diciembre y uno de los médicos dejó asentado que tenía una lesión por erosión por fricción en la entrepierna izquierda, pero no presentaba rasguños ni otras lesiones», indicó la fiscal.
La fiscal Martina Cedrés, que interviene esta semana en la causa por el crimen de Fernando Pastorizzo, ocurrido el 29 de diciembre en Gualeguaychú, dio detalles en torno a lo que consta en el expediente sobre el informe médico difundido por la defensa de la imputada, Nahir Galarza, el cual fue realizado días antes del crimen.
La funcionaria explicó que el mismo, al igual que el estudio de los médicos forenses, constató que la joven «no presentaba rasguños ni nada más que un raspón».
«La historia clínica dice que se presentó el 22 de diciembre y uno de los médicos dejó asentado que tenía una lesión por erosión por fricción en la entrepierna izquierda, pero no presentaba rasguños ni otras lesiones», detalló.
Por último, Cedrés adelantó que en los próximos días se realizará el peritaje psiquiátrico a Nahir y que aún faltan incorporar a la causa el informe final de la autopsia, el balístico, el de los teléfonos y algunas testimoniales de amigos de la víctima».
«Si logramos elevar la causa a juicio en febrero, en los últimos días de marzo se estaría llevando a cabo el juicio oral y público», concluyó la fiscal.
Según consta en la causa, el crimen fue cometido cerca de las 5 del 29 de diciembre último, en la vía pública de Gualeguaychú, donde a Fernando lo hallaron en estado de agonía, con un tiro en la espalda y otro en el pecho, y su moto y dos cascos tirados a su lado.
El joven murió poco después y si bien Nahir primero declaró como testigo y dijo que había visto por última vez a su ex novio la noche anterior, luego la joven se presentó ante la Justicia y confesó haber cometido el crimen.
Tras su confesión, Galarza fue internada en la sala 1 de Psiquiatría del Hospital Centenario por su estado de shock, y luego trasladada a una celda de la Comisaría del Menor y la Mujer, donde cumple la prisión preventiva por 60 días.
No obstante, luego la acusada amplió su indagatoria y aseguró que los dos disparos fueron «accidentales» y que en la primera declaración como imputada mintió porque tenía miedo que culpasen a su padre policía, quien tenía a cargo el arma homicida. (El Once)