El pibe de 17 años quedó alojado en la División Minoridad acusado del homicidio de Francisco Enrique, el policía de 56 años que fue encontrado sin vida en Villa Urquiza. Se conoció cómo fue ultimado.
La investigación policial y judicial apunta directamente a un menor de 17 años como el posible autor del asesinato del sargento de la policía de Entre Ríos Francisco Enrique. El uniformado fue encontrado sin vida en el interior de su casa, en el ingreso a Villa Urquiza y por los elementos recolectados, se dispuso demorar al pibe que es el hijo de la víctima.
Como informara UNO esta mañana, Enrique fue localizado muerto sobre su cama. El que avisó del hecho fue su propio hijo de 17 años.
El fiscal Alvaro Piérola ordenó varias medidas para tratar de aclarar el hecho, y localizar al autor.
De esa manera el personal de la División Homicidios como de la Dirección de Investigaciones tomó varias testimoniales que comenzaron a ubicar en el lugar de sospechoso al menor de 17, hijo del suboficial muerto.
El médico policial entendió que se estaba frente a una muerte violenta, por lo que iba a ser determinante la autopsia que se practicó en la tarde de este jueves en la morgue de Oro Verde.
Enrique trabajaba en el depósito de vehículos secuestrados de la Comisaría de La Picada y desde hacía un tiempo -según se informó a UNO desde la Policía- estaba viviendo en el ingreso a Villa Urquiza luego de haber tenido algunos inconvenientes con su esposa.
El arma y la moto
Los investigadores llegaron a tener algunos datos y comentarios de los vecinos de Enrique en la zona de Villa Urquiza, como también de allegados al hijo que -casualmente- fue visto en la noche del miércoles en la zona de barrio Pancho Ramírez. Se indicó que podría haber estado ofreciendo la moto y hasta el arma reglamentaria de su padre, la pistola 9 mm.
Familiares del policías asesinado, indicaron al personal de Homicidios, que el adolescente podría haber padecido algún tipo de adicciones, y de allí que habría discutido en los últimos días varias veces con el padre, que rechazó el darle dinero.
En la hipótesis que se maneja en la causa, no se descartaría que podría haber ultimado a su padre, para luego intentar vender la motocicleta y la 9 mm. Casualmente el primer elemento fue localizado en el Pancho Ramírez hoy a la mañana, y se continuaba con la búsqueda del arma de fuego, según algunos testigos, estaba siendo ofrecida en 10.000 pesos.
Por todo esto, sumado a otros datos recolectados, es que el fiscal Alvaro Piérola dispuso detener al muchacho en la División Minoridad y disponer el envío de las actuaciones a la fiscal de Minoridad Viviana Ferreyra para que continúe la investigación.
Asesinado a golpes
En la tarde de este jueves se practicó al cuerpo del policía la autopsia. El resultado de la misma es más que importante para saber, primero cómo se produjo el deceso, y luego a qué hora estimativamente fue fue asesinado.
Los forenses trabajaron en la morgue, y tras la autopsia se conoció que Enrique no fue asesinado de un tiro a la altura de la frente, tal como se especuló en un primer momento.
La inspección ocular del cuerpo, sumado a los estudios con tecnología, determinó que la muerte se produjo por golpes letales en la zona craneal.
Se lograron constatar tremendos golpes en varias partes de la cabeza que provocaron la fractura craneal y una importante hemorragia interna.
Otro punto que se pudo establecer, que los golpes certeros, fueron ejecutados mientras el hombre de 56 años se encontraba en la cama, posiblemente descansando, habida cuenta que no existen lesiones defensivas en brazos, manos o piernas. Daría la sensación que el policía habría estado durmiendo cuando fue atacado a golpes con un elemento duro.
En el estudio del cuerpo de la víctima, a criterio de los forenses, el asesinato se produjo unas 18 a 20 horas antes de la autopsia, lo que ubica el violento hecho entre las 16 o 17 del miércoles. (UNO)