La pena impuesta es de 18 años de prisión. Por la edad casi no estará en la cárcel. Fiscalía logró probar que las menores eran torturadas.
Un hombre de 70 años de la ciudad de Paraná fue condenado a 18 años de prisión por abusar sexualmente de sus tres nietas durante aproximadamente dos años.
En fallo unánime, los jueces Alejandro Grippo, Elvio Garzón y Ricardo Bonazzola consideraron que le asistía razón a los fiscales Álvaro Piérola y Patricia Yedro, quienes tras investigar el caso dieron por probados los abusos.
El hombre, de quien se reservan los datos filiatorios para preservar a la identidad de las víctimas, es el abuelo materno de las menores.
Según pudo conocer UNO, el caso salió a la luz gracias a la intervención de docentes de la escuela Primaria a la que concurrían las niñas. El 4 de julio de 2016 las maestras de las menores radicaron una denuncia ante la defensora Penal de Niñas, Niños y Adolescentes, Susana Mabel Carnero. De inmediato la funcionaria ordenó medidas para avanzar en el esclarecimiento del caso y la contención de las menores.
Las autoridades de la escuela le acercaron a Carnero un informe realizado por la psicóloga del establecimiento educativo donde se detallaba que una de las niñas hablaba de las conductas sexuales que su abuelo tenía hacia ella y sus hermanas.
El hombre, que fue condenado por el delitos de Abuso sexual con sometimiento gravemente ultrajante reiterado (tres hechos) todos en concurso real entre sí, convivía con las menores y su madre.
Los tres abusos y la tortura
El trabajo de los fiscales logró determinar que los abusos comenzaron en 2014 y se extendieron hasta 2016. La primera víctima fue la de 11 años, la mayor de las tres.
El hombre aprovechó que se quedaba solo con las niñas y ahí comenzó los sometimientos, que se extendieron con esta criatura durante un lapso de por lo menos dos años.
En 2015 comenzó a ser abusada la de 7 años. Esta niña fue violada en reiteradas oportunidades durante un año. La tercera nieta abusada fue la de 10 años. Estos episodios violentos comenzaron a principio de 2016 y se extendieron hasta julio de ese año.
Los fiscales Piérola y Yedro lograron determinar que las menores sufrían lo que se denomina tortura oblicua, algo muy común en las sesiones de sometimiento que realizaban los militares a los detenidosdurante la dictadura.
En este caso, el abuelo abusaba de una de las niñas y obligaba a las otras a mirar.
Para evitar una revictimización de las menores, en el juicio los fiscales hicieron pasar los videos de las cámaras Gesell. De ese modo las menores no tenían que recordar lo padecido ante un tribunal.
Los fundamentos del fallo se conocerán el 1º de diciembre. Ese día los fiscales esperan que el tribunal envíe a la cárcel al condenado, que por su edad puede obtener el beneficio del arresto domiciliario.
Las razones de Fiscalía
«Existen evidencias suficientes de las cuales surge acreditada a criterio de la Fiscalía tanto la materialidad del hecho como la participación en carácter de autor del imputado…», dijo la Fiscalía en la elevación a juicio.
«Es en razón de las expresiones vertidas bajo este especial método (cámara Gesell), donde se relatan con precisión las circunstancias en la que fueran cometidos los hechos delictivos de agresión sexual que damnificaran a sus nietas. Tales hechos fueron reiterados en el tiempo, agravados por el vínculo y por la situación de convivencia que mantenían». (UNO)