Así lo indicó el fiscal Federico Uriburu, quien aseguró que «la Policía realizará recorridas diarias por la zona». Además, explicó que «no queremos generar expectativa de que será ya, pero queremos hacer una búsqueda consciente.
El fiscal Federico Uriburu, quien está a cargo de la investigación de la búsqueda de la familia Gill, desaparecida en 2002, remarcó que «es necesario aclarar que la investigación nunca se detuvo, siempre estuvo en marcha pero con medidas de menor trascendencia».
Destacó la aparición de un nuevo testigo que aportaría elementos de gran importancia porque daría referencias acerca del lugar en donde pueden estar enterrados los restos de la familia Gill, en el caso de que se abone la hipótesis de que estén fallecidos.
En ese sentido, aclaró que «no tenemos una sola hipótesis. Podemos hablar de varios hechos posibles, como una desaparición de personas, porque pueden estar en cualquier lugar del país o el mundo. La hipótesis que toma más fuerza es que están fallecidos y enterrados en algún lugar del campo La Candelaria, propiedad de Goette, el dueño. Esto reflota por el tiempo que pasó y por las circunstancias de la causa, que llevan a pensar esa posibilidad».
Además, contó que en los últimos años viajaron por el país buscando familias de seis integrantes que se hayan radicado en diversos sitios.
Explicó que el último testigo aseguró que no habló antes «por miedo a Goette. Le tenían mucho temor, no solo él, sino muchas personas. Tenemos testimonios vinculados a ello que abonarían la hipótesis, pero este testigo nos ubicaría con precisión en el campo».
Finalmente, aseguró que «el lugar ya está marcado y la Policía está alertada, hará una recorrida diaria por la zona». Asimismo, manifestó que «estamos gestionando que Vialidad nos preste las máquinas y necesitamos personal del sector hídrico, porque hay zonas con agua. No queremos generar expectativa de que será ya, pero queremos hacer un trabajo consciente». (El Once)