El cierre de la planta de YPF en Concepción del Uruguay, previsto para el 20 de noviembre, deja en incertidumbre a 40 familias. Los trabajadores ya fueron notificados y algunos aceptaron el traslado a Ibicuy, pero otros aguardan definiciones sobre las indemnizaciones.
La planta de YPF en Concepción del Uruguay, que funcionó durante décadas en la zona portuaria sobre avenida Paysandú, cerrará definitivamente el 20 de noviembre. La decisión fue comunicada días atrás por representantes de la empresa y del Sindicato SUPEH a los trabajadores de la terminal, marcando el fin de una actividad centenaria con impacto directo en 40 familias uruguayenses.
Según confirmaron fuentes gremiales, algunos empleados recibieron la oferta de traslado a la planta de Ibicuy, donde funciona una cantera de arena vinculada a Vaca Muerta, mientras que otros optaron por percibir la indemnización legal. Sin embargo, la falta de certezas económicas encendió las alarmas entre los empleados.
Dudas sobre las indemnizaciones
El dirigente de la seccional Uruguay de la CGT, Roberto Lencina, explicó que “quienes no acepten el traslado deberán recibir el 100% de la indemnización correspondiente”.
No obstante, los trabajadores manifestaron su preocupación ante la posibilidad de que la empresa no disponga de fondos suficientes para afrontar los pagos.
Incluso, según trascendió, la patronal habría deslizado la posibilidad de un pedido de quiebra, lo que complicaría la situación de quienes queden fuera del convenio de traslado.
Mientras tanto, los empleados permanecen en alerta y analizan las alternativas legales junto a los representantes sindicales. “El temor es que los papeles digan una cosa, pero la realidad termine siendo otra”, expresó uno de los operarios consultados.
Mano de obra calificada, desplazada
La planta portuaria de YPF se encuentra en condiciones operativas y fue puesta a punto recientemente por los propios trabajadores, quienes realizaron tareas de limpieza, reparación y control técnico de los tanques, incluyendo mediciones de espesor.
“Siempre funcionó bien, nunca hubo problemas con la descarga ni con el transporte. Todo se programaba con anticipación”, destacaron los empleados.

La terminal uruguayense fue clave en momentos de emergencia logística. “Cuando se cortó el puente Zárate, esta planta permitió mantener el abastecimiento de combustibles en el norte de la región”, recordaron.
Entre el desarraigo y la desvinculación
Los trabajadores enfrentan ahora un dilema: aceptar el traslado a Ibicuy, con los costos personales que implica, o resignarse a una desvinculación con futuro incierto.
Quienes aceptaron la reubicación deberán presentarse el mismo día del cierre, el 20 de noviembre, en la nueva dependencia. El resto espera definiciones concretas sobre los montos y plazos de indemnización.
El impacto del cierre trasciende lo laboral. En Concepción del Uruguay crece la preocupación por el destino de las instalaciones, los tanques de almacenamiento y la infraestructura portuaria que durante décadas formaron parte del entramado productivo local.
Expectativa y reclamo por reubicación
Desde el gremio señalaron que los trabajadores cuentan con alta capacitación técnica y esperan que las empresas locales consideren su incorporación.
“Los compañeros están preparados para seguir trabajando. Sería importante que las firmas de la región puedan absorber esa mano de obra calificada”, subrayaron desde SUPEH.
Elonce – Arriba la mañana – Uruguayenses