El hecho ocurrió este domingo en Gualeguay, cuando una beba se atragantó con un pedazo de bizcochuelo en medio de la celebración por el Día del Niño. “La maniobra no es lo más difícil, sino el entorno”, confesó el bombero.
Un bombero voluntario salvó la vida a una beba de ocho meses que había sufrido una obstrucción en la vía aérea; el acto heroico se registró este domingo durante los festejos por el Día del Niño que se realizaron en calles Mateo Sola y Suipacha de Gualeguay, y tuvo como protagonista a Juan Luna, integrante de nuestro Cuerpo Activo del cuartel de Bomberos Voluntarios de esa localidad.
Gracias a las maniobras realizadas, logró desobstruir y que la pequeña volviera a respirar con normalidad. En el lugar también se hizo presente la ambulancia, que constató el buen estado de la bebé y asistió a su mamá, quien había sufrido una baja de presión. Personal policial también se hizo presente en lugar.
“Pertenezco a una Iglesia Evangélica y año tras años brindamos una fiesta para celebrar a los niños porque, quizás, el único que regalo que tendrán ese día será ese, entonces, pretendemos alegrarles el día y festejar”, repasó Luna al contar que formó parte del encuentro como colaborador y como padre porque sus niños también asistieron al festejo que incluyó juegos, sorteos y una chocolatada con facturas donadas por panaderías y dulces elaboradores por los miembros de la iglesia.
“En un momento dado, mi hermana llegó corriendo con una bebé en brazos y me dijo que era la hija de una mamá que gritaba desesperada; ella atinó a quitarle la nena y correr hacia donde yo estaba para entregármela para que yo le haga las maniobras correspondientes para ayudar en el momento”, contó el bombero.
“La beba tenías las vías aéreas con un pedazo de bizcochuelo; intenté sacarle la comida al meterle los dedos en la boca y una vez hecha la maniobra al hacer una pequeña presión en el estómago, le saqué una media para darle un pequeño pellizco en el talón para que llore y reaccione”, rememoró Luna.
“La maniobra no es lo más difícil, sino el entorno”
En la oportunidad, el bombero explicó que, para efectuar la maniobra de Heimlich, la forma de proceder es diferente a realizar en un bebé que en un adulto. “La maniobra no es lo más difícil, sino el entorno”, confesó Luna, quien tiene 29 años y es fabricante de mates y virolas en un taller de herrería.
“Coloqué al bebé sobre mi antebrazo, mientras estaba arrodillado, pero mientras le hacía las maniobras, una tía me decía que se la devolviera. Entonces, intentaba ayudar a la bebé y explicarle a esta mujer que soy bombero, que confíe. Y mi familia le pedía que estuviera tranquila y que llamen a la ambulancia porque si bien estaba haciendo las cosas bien, era necesaria la asistencia médica”, contó Luna.
El bombero no pudo evitar contener las lágrimas al rememorar los hechos que lo tuvieron como héroe y protagonista. “Pedí que entregaran un regalito a la beba y para que la madre también estuviera tranquila, pese al mal momento vivido”, indicó.
El episodio dejó en evidencia la relevancia de la formación en primeros auxilios y la respuesta inmediata en contextos donde cada segundo resulta vital. De hecho, se trata del segundo caso que se registra en diez días en Gualeguay en el que un bombero salva la vida de un bebé. (Elonce)