Alcides Camejo es un peso pesado del sindicalismo de la ciudad de Concordia. Lo demuestra el hecho de que siempre anduvo con custodia armada. En los últimos años, lo hacía con jóvenes que lo acompañaban o se quedaban en sus domicilios con pistolas que el titular del Sindicato de Obreros de la Fruta les daba. Y tiempo atrás tenía la Policía de Concordia a su entera disposición para cuidarlo por decisiones políticas que nadie cuestionaba.
El 28 de noviembre pasado a la noche, Kevin Guardia, de 21 años, ingresó con un disparo en la cabeza al hospital Masvernat, y falleció unos minutos después. Las primeras versiones aportadas a la investigación señalaban que se había tratado de un disparo accidental con el arma de fuego que la víctima manipulaba. De todos modos, esto aún no está del todo claro ni determinado fehacientemente.
La tragedia sucedió dentro de una de las viviendas de Camejo, en calle Capitán Rojas al 2.800. Se secuestró el arma y otros elementos para profundizar la investigación. Se realizó una declaración en Cámara Gesell del niño de 12 años que acompañaba al fallecido (también contratado como custodio) al momento del disparo mortal.
De la pericia al celular de Kevin se pudo corroborar que la pistola calibre 9 milímetros pertenecía a Camejo, quien se la daba para custodiarlo a él y a su casa, y de los registros surgió que tenía toda la documentación vencida desde el año 2020.
Se determinó además que Camejo le entregaba las armas todas las noches y después al otro día cuando el chico se volvía a su vivienda, se la quitaba. Lo mismo hacía con todos los jóvenes que contrataba como “serenos”.
Además, Camejo tiene dos custodios que son comisarios retirados de la Policía de Entre Ríos, de apellidos Vilchez y Fernández, quienes los acompañan para todos lados y hacen las veces de matones.
Una semana después de la muerte de Kevin, sus familiares realizaron una movilización en reclamo de Justicia frente a los Tribunales de Concordia, ante las dudas que había sobre las circunstancias de la muerte. “Camejo asesino” y “Justicia por Kevin Guardia”, decían los carteles y banderas. Además, luego hubo una denuncia contra el sindicalista por aprietes contra allegados a la víctima.
Este lunes 23 de diciembre, el juez de Garantías Mauricio Guerrero autorizó las medidas solicitadas por el fiscal José Emiliano Arias, y de este modo la Policía allanó la vivienda de calle Capitán Rojas, ubicada en el barrio Frigorífico La Paz.
En el lugar se notificó a Camejo, de 59 años, y se secuestró una carabina calibre .22 con mira telescópica, con siete cartuchos. También se localizaron otras 20 balas iguales, 13 cartuchos calibre 9 mm., 62 calibre 44 mm., y cuatro vainas calibre 12.
El fiscal Arias dispuso la inmediata detención de Camejo por el delito de Tenencia ilegal de arma de fuego. Pero además le podrían imputar algún tipo de responsabilidad en la muerte de Kevin Guardia. El sindicalista quedó alojado en la Alcaidía policial de Concordia.
El hombre ya cuenta con una condena de dos años y medio de prisión por abuso de armas y amenazas. Pero, además, hace dos meses y medio fue imputado en la Justicia Federal por los delitos de Defraudación por administración fraudulenta y Lavado de activos de origen ilícito: compras de vehículos de alta gama y de inmuebles en cientos de miles de dólares, así como cuentas bancarias con fortunas y viajes al exterior.
Camejo supo ser un hombre fuerte del poder en tiempos de la gobernación de Sergio Urribarri, y un poco menos durante los mandatos de gustavo Bordet.
Análisis