Fuentes vinculadas a la investigación deslizaron que la investigación contra los empresarios porteños Tallone y Uriburu comenzó hace ya algunos años. Tallone comenzó a ser investigado por lavado de activos a grupos narcos.
Según supo este medio, las escuchas telefónicas efectuadas fueron dejando en claro las intenciones que tenían los empresarios de avanzar con un supuesto negocio vinculado al tráfico de drogas, pero a gran escala. Nunca surgió de las charlas el dato que permitiera conocer una fecha exacta de un posible traslado de cocaína, pero los detectives que trabajaron en el caso pudieron llegar a determinar que en más de una ocasión se habrían manipulado precintos aduaneros.
Todos los que trabajaron en el caso y siguen buscando información sostienen que se está ante una organización con presencia internacional. Se ha nombrado a los colombianos Meyendorff, capos del Cartel del Norte del Valle. También aparecen Los Monos y en especial su líder, el “Guille” Cantero. Un dato no menor es que los teléfonos de donde se realizaron las llamadas extorsivas para pedir dinero tienen características de Rosario, provincia de Santa Fe.
En el terreno de las hipótesis, se cree que los 80 kilos de cocaína que le reclaman junto a unos 800.000 dólares al tándem Tallone- Uriburu pertenecería al grupo narco santafesino. Esto surge producto de que las escuchas dejaron establecido que las amenazas y ataques a los familiares de los “socios” comenzaron a medidos de 2023. Los amedrentamientos fueron muy similares a los que suceden en Rosario, y las amenazas también.
Una víctima con pasado complicado
Desde el momento en que puso un pie en la ciudad de Concepción del Uruguay, la presencia de Gastón Alfredo Tallone no pasó desapercibida. Corría el año 2013. Su histrionismo lo hizo un personaje conocido, en especial en el mundo de la noche. Sus apariciones con guardaespaldas y sus historias vinculadas al delito lo pusieron con el paso del tiempo en el radar de las autoridades federales.
Se comenta que el hombre de 51 años, que está desaparecido desde el lunes 8 de julio pasado cuando fue secuestrado en la zona del Abasto en CABA, se jactaba con los conocidos de ser ese tal “Gustavo” que la Justicia buscó y no encontró en torno al triple crimen de General Rodríguez ocurrido en 2008. “Me salvó la confusión de Gustavo por Gastón”, dicen que repetía Tallone en La Histórica.
Esa historia vinculada al tráfico ilegal de efedrina junto a su amigo Sergio “Ricky” Martínez, padre del actor Mariano Martínez, le fueron dando visibilidad en una ciudad que decía “jamás le gustó”. La relación entre Ricky y Tallone se dio a principios del 2000, cuando ambos militaban en la agrupación denominada “Por un Boca mejor” la que era liderada por Mauricio Macri.
La presencia en la noche uruguayense le fue acarrando problemas al empresario porteño. Primero fue una pelea en el boliche House Garage con otras personas. Ese altercado terminó con Tallone arrestado por unas horas en la Jefatura Departamental de Concepción. Luego llegó el incidente mayor con su entonces pareja Gisel, a quien conoció en el boliche Grow a fines de 2022.
La joven fue golpeada en el interior del departamento del cuarto piso que se ubica frente al cementerio de La Histórica. Esto derivó en una denuncia penal que se cerró con una suspensión de juicio a prueba. Como regla de conducta se fijó que Tallone se mantuviese alejado de la ciudad por un año. Esta era la segunda probation que recibía el empresario. La anterior fue dictada en 2005 por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Paraná por el delito de Uso de documento falso.
Su regreso a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de donde es oriundo no lo apartó de los negocios en Concepción donde fue presidente de la firma Terminal Puerto Concepción del Uruguay (TPCU SA) desde 2015 hasta 2019 cuando asumió ese una mujer.
Luego, en 2022, llegó el turno de estar al frente de la compañía que explotaba un depósito fiscal el abogado José Uriburu, que hoy está detenido sospechado de ser el autor y coordinador del secuestro, de quien era su socio y amigo hasta mediados de 2023. Ese año comenzaron los problemas producto de las amenazas y atentados que comenzaron a sufrir los familiares de ambos protagonistas a manos supuestamente de narcos que reclaman un cargamento de 80 kilos de cocaína y unos 800.000 dólares.
La violencia escaló a tal punto que los suegros del hijo de Tallone se tuvieron que mudar a CABA por miedo a morir. El 13 de julio de 2023 la casa que tenían en Lomas de Mirador, partido de la Matanza, fue agujerada a balazos. A la familia le dejaron una esquela que en letra mayúscula decía: “Nicolás Tallone decile a tu papá Gastón Tallone!!! que pague la carga de droga que se robó en el puerto sino vamos a matarlos a ustedes y si ustedes van le vamos a dar a los vecinos!!! (SIC).
Según hizo saber el abogado, sufrió varias amenazas y hasta le llegaron a balear una propiedad en la que le dejaron una nota con la frase “con la mafia no se jode”. Por tal razón, dicen que fue a visitar a Ariel “Guille” Cantero, líder de la banda narco rosarina “Los Monos” al penal de Marcos Paz, de quien se jacta de ser amigo. Según los investigadores, “a partir de allí las cosas se calmaron”, según les confesó Uriburu.
Tallone culpaba a Uriburu de sus problemas y viceversa. Es más, la hoy víctima del rapto denunció en su momento al letrado por entrarle a robar en su departamento en Concepción. Por este pleito hay una causa judicial en trámite.
Uriburu siempre se jactó de sus vinculaciones políticas, ya que estuvo trabajando durante el gobierno de Mauricio Macri. Primero como asesor en Inversiones y Comercio Internacional, cargo que desempeñó entre 2016 y 2020. Luego fue presidente del directorio de Trenes Argentinos, entre 2018 y 2020.
Un proyecto ambicioso
TPCU tiene un depósito fiscal que no tiene acceso al muelle, solo carga y descarga a través de camiones. Esta firma fue creada el 27 de septiembre de 2010 para dedicarse a la importación y exportación de diversos productos, entre ellos agrícolas. Pasó por varias manos hasta llegar al tándem Uriburu-Tallone. Nunca funcionó bien por la falta de inversión del puerto. Sin embargo, la debacle comenzó primero con los atrasos salariales a los trabajadores y los juicios laborales que terminaron por decretar la quiebra de la firma y el embargo de bienes a Uriburu.
Los movimientos fueron casi nulos durante los casi dos años de concesión. La situación llevó a Uriburu a la quiebra. Producto del cierre de la firma quedaron 16 personas en la calle.
En el año 2019 comenzó la investigación federal que está bajo secreto. Desde ese momento la justicia viene realizando un pormenorizado y hermético trabajo.
Sucede que el abogado, que se hizo viral en la pandemia por correr 42 kilómetros en su departamento, es un creador de numerosas sociedades anónimas. Una de ellas es Jointek Agro. Esta firma dedica especialmente al agro nació de la mano de Uriburu y su esposa la contadora pública Agustina Caviglione Fraga, hija de un reconocido jurista argentino. La empresa, que nació en 2020, ofrece servicios de exportación de granos y otros artículos vinculados al sector agroalimentario, y tuvo inscripto como empleado a Tallone.
Uriburu invirtió dinero en la reparación de los silos y dice que pagó 10.000 dólares de coima a Carlos María Scelzi para poder trabajar. Pero, según dice el abogado nunca pudo hacer funcionar nada.
La investigación judicial tiene sospechas que en la TPCU se duplicaban precintos de Aduana.
Hay sospechas que en 2023 se sacó droga por el puerto. Si bien la justicia federal venía realizando un sigiloso trabajo de investigación desde ya hace un tiempo nunca hubo una fecha para movimientos de grandes cargamentos.
Según los investigadores los empresarios Tallone y Uriburu tenían pensado ampliar el proyecto del depósito fiscal para arroz y más cereales. Sin embargo, la falta de una grúa y escáner les imposibilitó hacer crecer el proyecto delictivo. La idea era mover droga a gran escala, pero los problemas económicos hicieron naufragar ese sueño.
Cuestión de Fondo pudo conocer que TPCU nunca movió grandes volúmenes de mercadería. Los camiones que ingresaban tenían como destino en algunos casos el puerto de Buenos Aires y otras localidades.
Desaciertos y quiebra
El 25 de marzo pasado, el juez Máximo Mir declaró la quiebra y clausura de TPCU y la inhibición e inhabilitación de Uriburu en su calidad de propietario. Fue por la falta de pago la empresa de cinco sentencias firmes en juicios laborales, emprendidos en 2021 por los “despidos indirectos” de exempleados.
Ya en quiebra y apremiado por la sentencia de marzo, Uriburu corrió en abril a denunciar el presunto entramado de corrupción del Puerto. Un par de meses después, quizás apurado o amenazado por los narcos estafados, organizó el secuestro de Tallone.
El secuestro
Tallone llegó a CABA el domingo 7. Se hospedó en la habitación 603 del hotel ARC Abasto. El lunes 8 al mediodía lo buscó su amigo Juan Carlos Miró para supuestamente reunirse en Escobar con la madre de un tal Julio Méndez, quien lo ayudaría con sus problemas en el puerto de Concepción del Uruguay.
Al parecer todo esto había sido pergeñado por José Uriburu producto de una disputa personal.
La investigación estableció que Tallone subió junto a su amigo Miró a un Volkswagen Gol en el cual había dos personas, que aún no fueron identificadas. Detrás iba una camioneta Audi Q3 conducida por el abogado Uriburu.
Al hombre se lo trasladó hasta una casilla ubicada en Benavídez, partido de Tigre, que era propiedad de la familia de Uriburu. La investigación determinó que esa misma noche Tallone llamó a su mano derecha para que retire 65.000 dólares para pagar su rescate.
En una estación de servicio de la avenida Cabildo al 4700 de Belgrano, la mano derecha de Tallone, identificado como Matías Miguez, se reunió con Miró, a quien le dejó el dinero. A los pocos metros, Uriburu observaba todo. A pesar del pago, Tallone no fue liberado y los secuestradores continuaron con las llamadas extorsivas.
La causa está a cargo de Josefina Minata, titular de la Fiscalía Federal de Concepción del Uruguay, y colabora con la investigación la Unidad Fiscal Especializada en Criminalidad Organizada (Ufeco), liderada por el fiscal federal Santiago Marquevich.
Tras la entrega del dinero no hubo más comunicaciones por parte de Tallone. Su hijo recibió tres llamados, el 12, 15 y 16 de julio, en los que también fue amenazado.
En una de las llamadas, le dijeron: “Buenas noches cumpa, la cosa es corta. el ladrón está acá con nosotros y está bien. O devuelven la droga y los 500 mil dólares que se robó y todo se termina y él vuelve, les robó a todos los narcos y ahora toca pagar. Si baten la cana bajamos y vamos por todos ustedes y sus ayudantes. Con la mafia no se jode”.
El Juzgado Federal de Primera Instancia Nº 1 de Concepción del Uruguay sostiene que «Gaston Tallone continúa siendo víctima del delito de secuestro extorsivo, cuyo autor es Uriburu, con la colaboración de Gustavo Adolfo Julia -quien le proveyó el Gol trend que traslado a la víctima-, Juan Carlos Miró, quien implemento el señuelo -o falsa reunión- para que Uriburu pudiera privar de su libertad a Tallone, y dos personas más cuya identidad de momento se desconoce».
Otro de los imputados en la causa es Gustavo Juliá, uno de los hermanos que fue condenado a 13 años de prisión por intentar introducir en España casi una tonelada de cocaína de alta pureza, en enero de 2011, en una causa conocida como «Narcojet».
Todos están acusados como coautores del delito de “secuestro extorsivo agravado por el cobro del rescate y por la participación de más de tres personas”, que tiene una pena de prisión en expectativa de entre 10 y 25 años, según el artículo 170 del Código Penal, en su inciso 6.
La defensa de Uriburu
Uriburu dice que Tallone está libre y se está burlando de todos. Es más, el hombre dijo que quien estuvo retenido y cayó en la trampa de Miró y Tallone fue él. Contó que tuvo que poner uno 300.000 dólares para quedar libre.
En su declaración, Uriburu contó que a Juan Carlos Miró lo conoció junto a Tallone en 2023. Este dato no coincide con las fechas que comenzaron a trabajar legalmente. El abogado acusó de narco a Tallone y de estar vendiendo cocaína en la actualidad.
Dijo que a la víctima del secuestro no la ve hace un buen tiempo pero que en junio estuvo con Miró para coordinar una reunión en Escobar porque Tallone quería sacar contenedores de Aduana. Además, sostuvo que se enteró en ese encuentro que Tallone iba a pagar 500.000 dólares a una jueza federal para levantar un pedido de captura.
En ese sentido, dijo que cuando iba al encuentro con Tallone junto a Miró los “abordan dos personas, a punta de pistola”, y les dicen: “Manejá, queremos la nuestra”, y agregan “vos nos robaste con Tallone”.
Según Uriburu, ahí se dio cuenta como venía la mano. “Ahí Juan Carlos Miró dijo ‘yo te lo hago bajar a Tallone’”. Aclaró que no denunció el hecho porque lo amenazaron de muerte.
Sobre el último hecho vinculado al secuestro, Uriburu dijo que los captores le dicen “o pones la plata y te matamos, el problema es la droga que se robaron”. En ese orden, declaró que Carlos Miró dijo “el que tiene todo es Tallone”.
Para Uriburu todo fue una puesta en escena que hicieron Miró y Tallone. Aseguró que los supuestos secuestradores le sacaron 300.000 dólares para liberarlo.
“Miró no estaba asustado. Tallone tampoco. Por eso asumo que es parte de una misma farsa. Me gustaría si pueden ver el teléfono de Miró. En algún momento mencionaron ‘Mira cómo te entregó’. Te entrega todo el mundo me decían. En ese momento cuando dicen el gordo largó plata, me hacen ir con una de las personas siguiendo a Carlos Miró, y cuando llegamos a General Paz, me dicen vos te quedas acá puto, te llegas a mover y te entro por la espalda. Me quedo ahí, no veo lo que sucede. Me dicen vamos, yo lo veo a Matías Miguez, lo veo a una cuadra y media de donde le hacen la entrega. Se besan y se abrazan. Todo esto es una farsa más que vengo viviendo en esa maldita ciudad de Concepción del Uruguay”.
Miró declaró ante la Justicia que él fue secuestrado por Uriburu el domingo 7 de julio y que fue obligado a citar a Tallone para encontrase en la zona de Abasto.
El hombre dice que Uriburu lo llamó para darle 2.000 dólares por un tema del puerto. Con esa excusa lo hizo subir al auto donde había dos hombres. En ese sentido dice que lo llevaron hasta Ingeniero Maschwitz a una casa y ahí lo obligaron a llamarlo a Tallone, porque este les debía unos 400.000 dólares. Además, confesó que tras el secuestro está metida una organización criminal de Rosario.
Marcelo Medina