Horas críticas y mucha tensión en el oficialismo provincial con un gobernador que se encuentra débil, sin conducción, sin legisladores nacionales que le respondan y con una nula vinculación en Nación, la única verdad es la realidad.

Hace mucho tiempo, puntualmente desde las elecciones nacionales generales, que el gobernador Gustavo Bordet buscaba el encuentro, fueron muchas las llamadas, con pedidos, solicitudes a distintos referentes nacionales para que se produzca el acercamiento, la reunión.

Tras varios intentos fallidos, luego de un extenso periodo, finalmente el viernes llegó el tan esperado encuentro para Bordet con el presidente electo, Alberto Fernández.

Desde el día 1 de Fernández como mandatario electo, Fernández se reunió con la generalidad de los gobernadores peronistas, fotos en su despacho, en bares tomando café o en las oficinas de los mandatarios han inundado las cuentas de redes sociales de la autoridad máxima del país.

Con todos menos con Bordet, al menos hasta este viernes en la que fue recibido finalmente por Alberto.

Un encuentro que fue frio, distante, donde se escucharon críticas y que, lamentablemente, el gobernador no pudo conseguir nada de lo que fue a buscar.

Lamentable porque, la ausencia de resultados, complica a la Provincia que está sumamente necesitada de recursos nacionales por el estado deplorable de las cuentas.

Por ahora, Bordet solo ha podido garantizar sueldos, no existe en este momento alguna obra de envergadura  emprendida en la Provincia, tampoco se ven cumplirse correctamente los servicios.

Los diarios y graves accidentes en las rutas provinciales por el estado de las mismas y la respuesta del gobierno provincial para resolverlos, rellenos con tierra o broza en camiones del año 74, son un clarísimo ejemplo.

Bordet necesita de Fernández, hoy más que nunca, así como también necesitó de Mauricio Macri, sin embargo las relaciones con uno y con otro, no son para nada iguales y quedó demostrado en la fría foto del encuentro de este viernes.

Una reunión que solamente fue publicitada por la comunicación oficial de la Provincia, fue el propio gobernador quien posteó el encuentro, en la mesa no se vio un ameno desayuno, almuerzo o cena, ni siquiera un café, solo un vaso de agua le ofrecieron a Bordet.

Una foto en la que se aprecia, que Fernández, ni siquiera se preocupó por posar, tampoco se preocupó por comunicar la reunión con Bordet, a pesar de su conocida afición a las redes sociales.

Ese mismo viernes, por la mañana, Alberto recibió a Ricardo Alfonsín, un encuentro que el propio Fernández se encargó de difundir, con Bordet no pasó, la visita del gobernador para el presidente fue intrascendente.

La diferencia de trato es notable, la misma imagen con el gobernador electo Axel Kicillof demuestra cuales son las relaciones de las que se nutre el presidente entrante, el gobernador entrerriano no figura entre las mismas.

Bordet buscaba la reunión, la tuvo, pero no fue lo que él esperaba, igualmente la foto le sirvió para comunicar, publicitar una relación que no tiene, que no existe, al menos eso intento con el posteo.

Un encuentro que fue cortante, muy protocolar y que duró unos pocos minutos, dejando en claro o poniendo de manifiesto la debilidad del gobernador entrerriano.

Debilidad que tuvo su primera manifestación con el pedido de renuncia del diputado nacional Juan José Bahillo, Fernández le pidió el lugar a Bordet para otórgaselo a la secretaria de turismo de la provincia, Carolina Gaillard.

Galliard, por las relaciones logradas en su época de diputada nacional, se hizo de la confianza de Fernández, el presidente está convencido de que le responderá a él y no a Bordet.

Frente a esto, al gobernador entrerriano solo le quedó un legislador que cumplirá sus órdenes, se quedó sin jugadores para presionar arriba.

Ni Marcelo Casaretto, ni Blanca Osuna, ni Mayda Cresto, le van a  obedecer en el Congreso, el primero es libre pensador y se moverá conforme a sus propias acreencias, Osuna es kirchnerista, cristinista pura, solo le responderá al sector, y Cresto es Cresto, siempre fue Cresto y le responde exclusivamente a su hermano Enrique.

 

Nada nuevo, siempre fue así con los mencionados.

Solo Edgardo Kueider le responde a Bordet, el gobernador esta solo en Nación, para colmo no tiene dirigentes en la provincia de su propio sector que puedan gestionar para la provincia.

Un Kueider que está sumido a los pedidos que pueda otorgar o no, el legislador camporista Juan Manuel Huss respecto de Cristina, varios han sido las solicitudes de Kueider para concretar un encuentro con la vicepresidenta, esa es la foto que busca el funcionario, por ahora no ha podido lograrla, y no se prevé en un futuro cercano que lo logre.

La muestra fue este viernes, del encuentro con Fernández salió seco, mal, necesitaba el espaldarazo de Nación, no lo tuvo.

Hasta último momento espero algún cargo nacional, Bendetto sería su hombre allá, nunca llegó, con el agravante de que, los cargos nacionales con asiento en la provincia, caso de PAMI, ANSES, Salto Grande, CTM, etc, no pasaran por Bordet, esa es la decisión de Nación.

Por eso el anuncio de su gabinete se postergó. Estaba previsto para el viernes, pero el viernes consiguió el encuentro con Fernández, llevaba todas las esperanzas de poder posicionar su gobierno con el presidente, salió sin nada.

De inmediato se activaron las operaciones políticas, había que demostrar que Entre Ríos es fuerte y pujante, que Bordet lo es,  que tiene todas las relaciones en Nación, aunque no sea así.

Desde Concordia apareció una versión de que la Provincia pondría el nombre para un ministerio de Fernández, durante toda la tarde del viernes y la mañana del sábado fueron constantes los mensajes a la prensa y al microclima que daban cuenta de esto no como una posibilidad sino como un hecho.

El hombre elegido, según la versión, era el ingeniero Luis Benedetto. El ministro de planeamiento e infraestructura de Entre Ríos, ascendería al ministerio de obras públicas de Fernández.

Lo que se sabe desde Nación, cuando llegó el rumor, la versión, Alberto se rio a carcajadas.

La  versión puso al microclima político de la Provincia en un solo alboroto, todo estaban estupefactos, sorprendidos,  pasmados, reinaba el asombro. En Nación, primaba la risa.

Pensándolo en frio, ¿a quien en su sano juicio se le puede ocurrir que Fernández le otorgue el ministerio más trascendental como el de obra pública, con lo que representa el mismo a nivel de caja, a una persona que no sea propia del sector o muy ligada a quien conduce el proyecto?

Se trataba de una gran operación política que provino, causalmente, de la ciudad de donde el gobernador es oriundo, Concordia.

El encuentro fallido para Bordet con Fernández obligó a viralizar un hecho que nunca tuvo asidero con el ministerio para Benedetto.

La operación no surtió los efectos esperados, con el correr de las horas aparecía cada vez mas improbable, a Bordet no le quedó otra que anunciar el gabinete, el cual no tuvo ninguna  sorpresa, este medio ya había anunciado los nombres de sus integrantes e incluso la creación de un ministerio totalmente intrascendente para Bahillo, al cual le pagaron muy barato.

Fuente: David Ricardo

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