Claudia Bernal pidió el régimen de libertad asistida, pero en los informes criminológicos se advierte que no cumplió bien con el tratamiento.
Claudia Silvina Bernal terminará de cumplir la pena de cinco años y dos meses de prisión el 25 de octubre de 2020. Ya está en el período para recibir la libertad condicional, pero su conducta en la Unidad Penal N° 6 de Paraná no la ayuda: por no comprometerse en las actividades educativas o laborales, la Justicia Federal le rechazó el requerimiento de acceder a tal beneficio.
Así se observa en la reciente resolución del Tribunal Oral Federal de Paraná ante la solicitud de la interna de incorporación al período de libertad asistida, con el compromiso de su hija de recibirla en su domicilio.
Cabe recordar que la mujer lideraba el clan que desarrolló actividades narco principalmente en Villa Mabel y alrededores (zona de Provincias Unidas y avenida Ramírez). Tuvo dos condenas por venta de drogas, y la última por lavado de activos proveniente de la misma actividad ilícita.
La abogada defensora Corina Beisel expresó que Bernal se encuentra en condiciones temporales de acceder a la condicional, y que “no ha presentado particularidades relacionadas con incumplimientos en ninguno de los institutos en los que se encuentra incorporada, de hecho ha sido autorizada para concurrir por sus propios medios a realizar trámites diversos. Tampoco ha sido pasible de sanciones disciplinarias, que pudieran valorarse como de ‘desapego’ a los reglamentos carcelarios”.
Por su parte, el fiscal general José Ignacio Candioti destacó fragmentos de la actualización del informe técnico criminológico y sostuvo: “Entiendo que se desprende de manera concluyente de los informes de los profesionales, en orden a sostener que la obtención de parte de Bernal del beneficio de libertad asistida representa un peligro para la sociedad”.
En la resolución, el juez Roberto López Arango concluyó: “Del recorrido institucional de la interna puede inferirse un pronóstico de reinserción social desfavorable. En este sentido nótese que la condenada en el aspecto educativo su participación fue inconstante, y prueba de ello es que en el último ciclo lectivo no desarrolló actividad educativa alguna, mientras que en el aspecto laboral su inserción se vincula con la amortización de la pena pecuniaria asignada, todo lo que denota un insuficiente compromiso con los espacios tratamentales ofrecidos en ámbito penitenciario, fundamentalmente en el último tiempo, ello toda vez que su participación en las instancias vinculadas a su tratamiento correccional ha sido en el último tiempo prácticamente inexistente (ámbitos educativo y laboral)”.
Su historia la deja encerrada
Cabe remarcar que en los informes técnicos criminológicos, los profesionales del equipo de la Unidad Penal N° 6 plantearon que “pese a lo relativamente favorable que ha sido su actual proceso, en el cual no ha registrado sanciones, y se ha podido incorporar a algunos espacios tratamentales, no puede perderse de vista que se trata de una mujer que posee antecedentes penales, siendo que a lo largo de su vida se ha visto atravesada por este tipo de conductas transgresoras, no logrando un proceso de cambio sostenido”.
En este sentido, subrayaron la “dificultad para demostrar un cambio subjetivo y/o arrepentimiento del daño causado”.
A su vez, no dejaron pasar un conflicto suscitado con otra interna por el cual Bernal recibió una grave acusación: “En lo atinente a su desenvolvimiento y cumplimiento de las normas institucionales –se reseña en la citada resolución judicial– se pone de resalto que la interna se ha visto ‘nombrada e indicada’ en un hecho de maltrato físico hacia otra interna, quien le efectuó una denuncia formal ante el Ministerio Público Fiscal ‘…en el que indica a Bernal en conductas vinculadas con la venta de estupefacientes en el espacio institucional, siendo ello el problema de base que se ocasionó entre ambas’”.
En este sentido, los informes plantean todos los aspectos en contra de Bernal por los cuales se rechazó su pedido: “La vulnerabilidad en las condiciones socio económicas, las exigencias de este tipo que deberá afrontar al momento de egresar en libertad, su bajo nivel de instrucción escolar pese a su edad cronológica y escasa experiencia laboral, la ausencia de una toma de conciencia genuina sobre su accionar delictivo, en el que ha reincidido repetidamente y a partir del cual se ha sostenido económicamente a lo largo de su vida sumado a la baja adherencia para con los espacios tratamentales, se convierten en aspectos que podrían inferir en el retorno esperado al medio libre (…) considerando que la interna no ha logrado alcanzar y comprender la finalidad de la pena impuesta.
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