Las dos están en la cárcel de Mujeres de Paraná, y tras una serie de discusiones se fueron a las manos. Anunciaron denuncias cruzadas por lo que la expolicía fue derivada a otro pabellón. Unos auriculares fueron el punto de eclosión.
La tranquilidad y amabilidad se terminó pronto y si bien se especulaba que el tiempo de diferencias podría haber sido menor, se conoció que este fin de semana se fueron a las manos dos detenidas que se encuentran alojadas en el Penal de Mujeres de Paraná: Griselda Bordeira y Nahir Galarza.
Bordeira se encuentra con prisión preventiva y procesada en la causa que está vinculada a la banda que lidera Daniel ‘Tavi’ Celis; y Nahir Galarza se encuentra purgando la perpetua por el crimen de su novio, Fernando Pastorizzo ocurrido en Gualeguaychú.
Tras ser derivada a la cárcel de Mujeres se dispuso que Nahir esté en el mismo pabellón que Bordeira y otra penitenciaria, también procesada y presa por formar parte de una banda narco en Concepción del Uruguay.
Desde el Servicio Penitenciario confirmaron que la relación entre Bordeira y Nahir había caído en un cono de discusiones diarias.
El tema fue que el fin de semana, se fueron a las manos, y tras haberse registrado amenazas de muertes cruzadas, es que se dispuso derivar a Bordeira al pabellón de madres.
Se informó que se aguardaba en la Justicia la presentación por las amenazas cruzadas, cuestión que hasta la tarde de este martes no se había producido.
«Se pelearon por temas de mujeres, por lo que se resolvió que una tenía que salir del pabellón», confió la autoridad para reseñar que la discusión final se produjo luego de que Nahir escuchara música con sus auriculares. Aparentemente escuchó algún comentario de Bordeira y eso determinó que se fueran mal a las manos y debieran intervenir las penitenciarias. (UNO)