Los vientos incrementaron rápidamente la altura del curso de agua que bordea a la ciudad de Gualeguaychú. Hay preocupación entre los operadores turísticos por la velocidad de la crecida.

Los vientos volvieron a traer malas noticias, sobre todo a los operadores turísticos costeros: debido a la sudestada, el río Gualeguaychú experimentó un fuerte repunte, aumentando entre 8 y 9 centímetros por hora desde bien temprano a la mañana. A las 18, el río ya había tenido un repunte de 1 metro 15 centímetros, marcando así 3,2 metros en el Puerto y generando las primeras complicaciones en los clubes náuticos, pero por la noche (al cierre de nuestra edición) comenzó una bajante.

En Pescadores, Neptunia, Regatas y el Náutico el agua tapó la zona de playas, lo mismo que en los principales balnearios de la ciudad, tanto públicos como privados principales, que todavía no han sido habilitados para la temporada de verano que se avecina, pero que sin embargo ya habían comenzado a trabajar para ponerlos a punto. Todo ese trabajo, al igual que todo lo que está en ambas márgenes del río, quedó bajo el agua.

«Es una estampida de agua que asusta un poco, pero no tanto como para llevar grandes alertas a la población. Los principales afectados fueron los prestadores turísticos costeros, muchos de los cuales ya tienen sus compromisos y reservas, lo que conlleva que ahora deban devolver señas suspender alojamientos y, por si fuera poco, volver a invertir en la refacción y puesta a punto del lugar, debiendo realizar un gran gasto para hacer la limpieza a fondo del lugar», explicó a ElDía Daniel Hernández, referente durante muchos años del área de Defensa Civil Municipal y gran conocedor del comportamiento del río.

En la zona del Parque Unzué, desde las primeras horas de la tarde quedó cortado el tránsito vehicular desde el acceso frente a la cancha de Central Entrerriano. Los únicos que pueden circular por excepción son los vecinos que viven en el Camino de la Costa. También fue interrumpido el tránsito de todo tipo en la zona del camino ribereño, en el Parque Grande, frente al Velódromo.

Según los especialistas, el brusco cambio de los vientos a dirección sudeste generó este comportamiento, que es lógico siempre que sopla en esa dirección. Pero los pronósticos que analizaban indicaban que, a diferencia de otros repuntes pasajeros, esta crecida durará un par de días.

«Las perspectivas, si es que se cumplen los pronósticos de dos sistemas de vientos que estamos analizando, estas sudestadas podrían llegar a estar manteniéndose hasta el domingo. Y lo que también hemos visto con cierta preocupación es la velocidad de crecida: fue de unos 8 o 9 centímetros por hora, que no es poco».

Sobre los riesgos de la crecida

Actualmente, se considera una situación de alerta cuando el río sobrepasa los 3,50 metros, mientras que la marca de evacuación está impuesta en los 3,80 metros. Estos parámetros fueron estipulados hace mucho por la Prefectura Naval Argentina.

Sin embargo, Hernández aclaró que debido a las obras que se han hecho durante los últimos años, es muy difícil que algún vecino deba evacuar su casa por debajo de los 4 metros.

«Recién cuando el río llega a esa marca habría inconvenientes para la población urbana que vive en las partes más bajas de la ciudad, como la zona del Munilla, que es la más baja. Hasta los 4 metros no hay más que un par de casas afectadas, pero todas al alcance y con el rescate asegurado», informó. (ElDía)

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