Las infecciones auditivas son comúnmente asociadas a la temporada de verano, pero para sorpresa de todos, durante el periodo invernal cobran gran protagonismo en todas las guardias de los hospitales del país.
El contacto del oído con el agua no es el único factor desencadenante de una otitis, la baja de temperatura que acompaña a la llegada del invierno puede producir afecciones respiratorias que si no son tratadas pueden generar problemas en la audición.
La otitis media aguda es una inflamación del oído medio causada por un virus o una bacteria que genera acumulación de fluido en el tímpano.
Esta acumulación de fluido produce dolor de oído, tumefacción, enrojecimiento, y también impide que el tímpano vibre adecuadamente, lo que suele tener como resultado problemas de audición.
La afección puede resultar de un resfriado, alergia o una infección respiratoria propia de los periodos de frio durante el invierno.
Liliana Tiberti, médica del Hospital Británico y asesora de Gaes Centros Auditivos explica que: «Esta patología afecta principalmente a niños pequeños hasta los 7 años. A partir de esa edad, la incidencia disminuye de manera significativa. Si bien, otitis media aguda puede darse también en adultos, es más frecuente en bebés y niños, debido a que la trompa de Eustaquio tiene una posición más horizontal, y es más corta, permitiendo el pasaje de gérmenes de la nariz al oído medio».
Si bien las bajas temperatura pueden generar enfermedades que posibilitan aparición de este malestar, hay factores externos como la mala alimentación, la lactancia artificial, y la presencia de fumadores dentro del entorno cercano pueden exponer a los grupos de riesgo a contraerla.
Es importante concurrir al médico al comenzar el invierno para realizar un control y evaluar qué medidas se pueden tomar para evitar la aparición de aquellos factores que facilitan la manifestación de otitis.
A diferencia de las otitis externas propias del verano, las que se producen en oído medio durante la época invernal tienen una rutina preventiva particular.
«Para la prevención es importante evitar cambios bruscos de temperaturas y tener una alimentación variada y adecuada para reforzar las defensas. También se debe evitar los lugares con fumadores y mantener una buena higiene tanto personal como del ambiente. En algunos niños pueden presentan episodios recurrentes, que deber ser correctamente estudiados, debiéndose suspender la natación de invierno y el jardín de infantes durante los meses invernales», explicó Tiberti.
No obstante, aunque la otitis no es una enfermedad contagiosa, un resfriado puede propagarse entre los niños y volverlos propensos a padecer la infección que presenta síntomas determinados.
El dolor de oído, enrojecimiento, fiebre, llanto e irritación, son algunos de ellos. Hay chicos que pueden presentar secreción por el oído, problemas para dormir o pérdida de apetito, por lo que es importante estar atento y recurrir al medico cuando alguno de los síntomas es detectado.
El tratamiento habitual de otitis media aguda se realiza con antibióticos durante un periodo de tiempo determinado por el médico, teniendo como referencia los gérmenes que habitualmente son los responsables de dichos procesos.
Habitualmente, con el tratamiento antibiótico la sintomatología mejora en forma significativa en 48 horas.