Los incrementos de precios abarcan desde los alimentos hasta productos industriales y tecnología. Dichos sectores resolvieron aplicar aumentos de entre 2 y 8% durante el fin de semana y ayer, tras la devaluación.
La devaluación de la semana pasada activó los mecanismos de ajustes de precios en varios sectores de la economía, en un movimiento que abarca desde los alimentos hasta productos industriales y tecnología, y posiblemente tenga efectos sobre la inflación de este mes.
En ciertos casos la decisión fue más drástica: los comercios cesaron la venta hasta tener una idea más clara sobre la marcha de la situación cambiaria.
Una de las mayores automotrices con producción en el país reconoció que desde esta semana comenzará a distribuir nuevas listas de precios a los concesionarios, con aumentos de entre 2 y 2,5%. Más tarde o más temprano en los próximos días, otras compañías del rubro seguirán los mismos pasos para compensar la brecha entre el dólar y el peso.
En los comercios de barrio se imponen decisiones similares. Proveedores de productos como huevo, harina y queso ya avisaron que aumentarán los precios la semana próxima.
Fuentes de molinos harineros de Córdoba admitieron que a fines de la semana pasada frenaron las listas de precios que habitualmente cierran los viernes a la tarde para esperar la apertura de los mercados ayer. Por la tarde, decidieron aplicar un aumento del 8% (de $440 a $480) en la bolsa de 50 kilos.
El impacto de los precios de importados también se ve en alimentos, bebidas y otros productos de consumo cotidiano. Por caso, el precio de una lata de jugo de verduras de primera marca que se fabrica en Estados Unidos se incrementó un 25% en los últimos días: la lata expuesta en las góndolas de un supermercado de capital extranjero pasó de $39,90 a $49,90, señala el informe del diario La Nación.
«Si los proveedores vienen con listas nuevas con aumentos, los supermercados no pueden hacer otra cosa más que trasladarlos a los productos en las góndolas. Siempre ha sido así», explicó un dirigente del sector. También hay productos como algunos enlatados que no se entregan debido a que no está claro su precio por la devaluación.
Tecnología
En general, los vendedores de tecnología tienen una posición incómoda. Por ejemplo, los fabricantes de televisores quieren aumentar los precios, pero temen que esa decisión los deje fuera de la oleada que lleva compradores a los negocios para ver el Mundial de fútbol con nuevos dispositivos.
Romina C. está produciendo las muestras de la temporada de verano de su marca de zapatos con venta en línea. Visitó el viernes pasado al fabricante que produce sus diseños, ubicado en La Matanza, que le advirtió que no podría indicarle los costos porque si se los pasara en este momento le hablaría de valores «de locura». Le propuso «cerrar los precios más adelante». La emprendedora ya sabe que va a pérdida y habla de un desfase: «Por los costos, no hay margen. No podés meter descuentos porque no ganás un peso y la gente se acostumbró a comprar solo en liquidación», explica.