Familiares y amigos de la víctima temen por la situación del juez que liberó antes de tiempo a Sebastián Wagner, quien asesinó a la joven.
Se trata del juez que liberó al asesino de la joven pese a que se había desaconsejado. “Hay políticos fuertes que lo están sosteniendo” dijo el padre de Micaela.
Tras el crimen, se creó la fundación Micaela García, «La Negra», donde funciona un merendero y se realizan actividades culturales.
A un año del femicidio de Micaela García, ocurrido en la ciudad entrerriana de Gualeguay, su familia teme que no prospere el juicio político al juez que liberó antes de tiempo a Sebastián Wagner, condenado a prisión perpetua por el hecho, mientras que la Cámara de Casación Penal de Paraná aún tiene bajo estudio esa pena y la dictada a otro de los imputados.
La estudiante de Educación Física y militante activa del Movimiento Evita fue asesinada el 1 de abril de 2017, cuando salió de un local bailable con destino a su domicilio y fue interceptada al menos por Wagner (31) en un automóvil.
Tras una búsqueda que tuvo repercusión nacional por las marchas de sus familiares y amigos, su cuerpo fue hallado una semana después semienterrado entre pastizales cerca de la ruta nacional 12, en Gualeguay: los forenses determinaron luego que la víctima había sido violada y estrangulada el mismo día en que había desaparecido.
El femicidio de Micaela generó una gran conmoción, ya que Wagner había sido condenado a nueve años de prisión por dos violaciones, pero al momento del crimen se encontraba en libertad condicional por orden del juez de Ejecución Penal de Gualeguaychú, Carlos Rossi, quien le concedió el beneficio a pesar de que el Servicio Penitenciario provincial y la fiscalía desaconsejaron hacerlo.
A raíz de esto, el magistrado recibió ocho pedidos de juicio político, pero el proceso se encuentra en suspenso en la Legislatura de Entre Ríos, debido a las continuas recusaciones de su defensa.
Rossi fue acusado por mal desempeño y falta de idoneidad en el cargo y el 7 de diciembre pasado, el Jurado de Enjuiciamiento resolvió abrir causa en su contra y suspenderlo en su cargo, más la retención del 30% de su sueldo.
Posteriormente, sus defensores, Guillermo Vartorelli y Miguel Cullen han recusado sistemáticamente a los integrantes del Jurado, que está integrado por tres miembros del Superior Tribunal, dos legisladores, y dos abogados de la matrícula.
En forma paralela, la Cámara de Casación Penal de Paraná tiene bajo estudio las condenas dictadas en el juicio oral que se realizó en octubre. En ese proceso, Wagner fue condenado por el Tribunal Oral de Gualeguay a prisión perpetua por «abuso sexual con acceso carnal y homicidio agravado por ser con alevosía, criminis causa y violencia de género». Por su parte, su expatrón, Néstor Pavón (35), recibió cinco años de cárcel por encubrimiento, y el hijo de la expareja de Wagner, Ignacio Otero (21), fue absuelto.
El fiscal Ignacio Telenta y el querellante Jorge Impini apelaron la condena contra Pavón, porque consideran que también tuvo participación en el crimen y el abuso, pero para el tribunal no existieron elementos probatorios para vincularlo ni tampoco se ha demostrado que haya intervenido otra persona.
En ese sentido, cuestionaron que se haya creído la versión del principal imputado en el juicio, que admitió haber abusado de Micaela, pero culpó del femicidio a Pavón. En esa línea, la defensa de Wagner también apeló el fallo, mientras que su expatrón reclama su absolución porque sostiene que no tiene nada que ver con el hecho.
Violencia de género
A un año del crimen, las actividades para recordar a Micaela se realizarán el 20 de abril en su ciudad natal, Concepción del Uruguay, cuando está prevista una jornada con charlas sobre violencia de género para jueces y abogados y una muestra de cuadros sobre la víctima. Tras su crimen, se creó la fundación Micaela García, «La Negra», donde funciona un merendero y se realizan actividades culturales impulsadas por su familia y amigos.
Además, el Congreso Nacional sancionó la ley que limita las excarcelaciones para condenados por delitos graves, como homicidio, robo agravado, secuestro y trata de personas, entre otros.
«Lo vivimos bien, empezamos a verla por la forma en que vivió y no como la mataron. Al principio todos hacían referencia al hecho en sí, pero ahora se la recuerda por su tarea militante y por los chicos de la calle y de los barrios humildes, que era lo que la motivaba», aseguró el padre de la joven.
Padre de la víctima, preocupado
“Tenemos dudas y preocupación porque hay políticos fuertes de Entre Ríos que lo están sosteniendo. Se da lugar a recusaciones que son ridículas”, dijo Néstor “Yuyo” García, padre de Micaela, en referencia a que se aceptan todos los pedidos de la defensa, lo que hace dilatar el proceso. García sostuvo que cree que las maniobras “apuntan a que el tema se vaya cayendo en la opinión pública”, pese a que la figura de la joven es recordada permanentemente.
Desde su desaparición, familiares, con los padres a la cabeza, y amigos de Micaela García salieron a las calles a pedir primero por su aparición y luego, conocida la triste y aberrante noticia, siguieron marchando para pedir justicia. “Nos da mucho orgullo, pero también nos da nostalgia porque la extrañamos y recordamos que ya no está”, concluyó el padre de la joven asesinada. (Télam)