Empleados de Tres Arroyos pidieron por la reincorporación del delegado que tiene prohibida la entrada a la empresa.
En la mañana de ayer el Sindicato de Trabajadores de la Alimentación (STIA) realizó una asamblea pública y abierta frente al frigorífico de le Empresa Tres Arroyos pidiendo la reincorporación del delegado que tiene prohibido el ingreso al lugar. En la protesta, frente a la planta La China, los empleados colocaron pancartas donde explícitamente sobre el trabajo de su compañero y alertaban además la situación crítica que viven los obreros y su disconformidad ante la decisión de la patronal de no pagar un bono de fin de año a los trabajadores. Cabe resaltar que en el lugar se observó presencia policial, destacada para prevención de posibles incidentes y la medida se levantó pasadas las 11 de la mañana.
Los hechos
Recordemos que tras una discusión que mantuvo un delegado del sindicato con un representante de Senasa, el conflicto derivó en una denuncia judicial por amenazas y la empresa decidió restringirle el ingreso al trabajador.
Por su parte e titular del sindicato de la Alimentación, Matías González, dijo que el frigorífico impide ingresar a delegados del gremio, con lo que ejerce medidas antisindicales prohibidas por la legislación. En otra línea, fuentes de la empresa Tres Arroyos destacaron que hay denuncia contra uno de los delegados por amenazas a personal del Senasa, por lo que existe una restricción de permanencia del denunciado en el ámbito donde está la víctima.
Sumado a este panorama otro conflicto se suma porque trascendió el hecho de incertidumbre por el pago del aguinaldo y el no cobro del bono. Al respecto desde LA CALLE dialogamos con Fabián Jurado, delegado del sindicato quien explicó: “estuvimos manifestándonos en apoyo a nuestro delegado. El reclamo fue con total normalidad. Creemos que si hay alguien que tiene que determinar su ingreso es un juez, ellos no pueden prohibirle la entrada a su lugar de trabajo. Si acá hay una denuncia concreta, es el juez quien debe determinar la expulsión o no del delegado, entonces lo que estamos pidiendo es la reincorporación y que cada una de las partes haga su correspondiente descargo. Nosotros sabemos como son las cosas y nuestro compañero tiene que estar adentro de la planta”. En cuanto a la presencia policial, Jurado destacó: “no hubo ningún tipo de amenazas, el año pasado también hicieron lo mismo de mandarnos a la policía a la planta y no nos dejaron entrar a nuestro trabajo. Nosotros hasta hace menos de un mes estábamos entrando a la empresa con total normalidad y de buenas a primeras le informaron a nuestros delegados que no va a haber premio, o bono de fin de año y nos restringen la entrada; por eso la manifestación”.
Cierre de año en crisis
Este 2017, se vivirá otro fin de año crítico para el sector y los empleados, que en consecuencia pagan directamente los costos del conflicto económico. Sin bono de fin de año, con recortes del personal y augurios sin esperanzas para el 2018, los obreros de Tres Arroyos vuelven, como diciembre pasado cuando les cerraron las puertas de la fábrica, a atravesar una situación tormentosa sobre su fuente laboral. Por su parte los empresarios avícolas, que semanas atrás se reunieron con el nuevo ministro de Agroindustria de Argentina, Miguel Etchevehere, reprocharon al Gobierno un virtual estado de “abandono”, con fábricas a la deriva, serias dificultades en reimpulsar los negocios y una actividad en crisis. En cuanto a ello, en comunicación con este medio, Fabián Jurado opinó: “para nosotros es un disco repetido esta situación de que siempre les va mal. Acá el personal trabaja las horas que le corresponde, la cantidad en la faena siempre fue la misma y se hacen las tareas con la misma intensidad pero con menos gente. Ha echado obreros y no tomaron personal y la verdad es que esto se siente porque la producción es la misma y las tareas son las mismas pero con menos gente y eso lo paga el operario”. (La calle)