En plena tormenta, delincuentes ingresaron a un domicilio en calle Neyra, entre Palacios y Lestonac. La familia dormía y nunca escuchó nada. Se llevaron elementos por un valor cercano a los 40 mil pesos. Entre otras cosas se llevaron un compresor que el damnificado había comprado la semana pasada.
“Esta vez se pasaron. Yo tengo alarma pero no estaba colocada porque estábamos nosotros. Ahora ya entran hasta cuando estamos durmiendo. Mi hija ya me dijo que no quiere dormir más sola. Estoy en mi casa y los tipos están afanando”, manifestó con cierta impotencia Ricardo Peruzzo, un reconocido transportista de Gualeguaychú de 52 años que en la madrugada de ayer y bajo una lluvia torrencial, fue víctima de la delincuencia.
Según contó a ElDía, cree que los delincuentes ingresaron alrededor de las 5. Treparon la reja del garaje para robar algo y una vez adentro se encontraron con elementos de valor que no quisieron dejar. Con las mismas herramientas de Peruzzo, barretearon la puerta desde adentro y escaparon con el botín.
“Pegado a la casa tengo un garaje, donde dejo el auto, la moto, unos freezers, después el patio y al fondo un galponcito donde dejo las herramientas con las que arreglo los colectivos. Cuando salgo a las 7 para hacer la escuela de campo veo la puerta del garaje abierta y reventada. El auto estaba, pero la moto ya no. Cuando voy al galponcito me faltaba de todo: el compresor que había comprado la semana pasada que tenía media hora de marcha, una moladora, tres agüjereadoras eléctricas, juegos de tubo. Todo esto a sólo un metro de donde estábamos durmiendo nosotros”, expresó.
El personal de la Comisaría Cuarta llegó al instante de haber denunciado el robo y se inició rápido con la averiguación para encontrar a los responsables. La Buena noticia llegó por la tarde, cuando Ricardo recibió el llamado de que habían encontrada abandonada en un terreno baldío la moto Beta 110cc.
“Tiran las cosas en los baldíos para que en los allanamientos no encuentren nada. Después van a los dos días y sacan del escondite lo que robaron. Estamos hablando de terrenos con los pastos altos, que parecen que están abandonados”, comentó el hombre.
Peruzzo calculó que si debe comprar nuevamente todo lo que le robaron hubiera necesitado unos 40 mil pesos, pero con la aparición de la moto esa cifra se reduce ampliamente. Pero lo que más le preocupa a la víctima es la impunidad con la que actuaron los delincuentes, que ingresaron a su casa mientras toda la familia dormía.