Una mujer de 40 años fue ultimada de dos balazos por su expareja, sobre quien pesaba una orden de prohibición de acercamiento debido a una serie de denuncias por hechos de violencia doméstica. Tras cometer el femicidio, el hombre se dirigió a la zona de la aviación y terminó con su vida, colgándose de la rama de un árbol.
En base a datos recogidos, Claudia Iris Pérez Barrionuevo se encontraba en la casa ubicada en las inmediaciones de Silverio Martínez e Independencia de la ciudad vecina de Paysandú (R.O.U.), la cual compartía con sus tres hijos desde hacía al menos dos meses. Se había separado de Mario Miguel Krañiuk, padre del hijo más pequeño –de 12 años–, tras denunciarlo por violencia doméstica.
Sobre el sujeto estaba pendiente una orden de prohibición de acercamiento y/o relacionamiento con la víctima en un radio menor a los 100 metros por lo que era frecuente verlo en las esquinas espiando a Claudia a la distancia.
Pasadas las 19.30 de ayer, compró una cerveza en el almacén de la esquina y se sentó a mirar hacia la casa de su expareja. En determinado momento, se dirigió hacia allí donde –tras intercambiar algunas palabras– extrajo un arma de fuego y le efectuó dos disparos en la cabeza.
Mientras la mujer desfallecía producto de las heridas recibidas, Kraiñuk emprendió la fuga a bordo de su motocicleta. Unos 30 minutos después, la Policía fue alertada sobre una persona ahorcada. Al hacerse presente en el lugar señalado, comprobaron que efectivamente se trataba del asesino de Claudia Iris.
El hecho generó conmoción en los vecinos de la infortunada. Una señora relató a este medio: “Había dicho ya que la iba a encontrar, la mataría y se iba a matar él”. (El Telégrafo)
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