Un hecho de singulares características se produjo este lunes por la tarde-noche en Concepción del Uruguay, que llegó a concentrar la atención de numerosos vecinos del Barrio Sarmiento y demandó un extenuante trabajo de personal de Bomberos Voluntarios, que recibió finalmente el reconocimiento de la gente.
Fue alrededor de las 18:30, cuando alertaron al Cuartel de que en un alcantarillado de calles Enrique Gasc y Alberdi, se escuchaban los aullidos de perros que se encontraban atrapados, por lo que sin demora la unidad de rescate y los servidores públicos acudieron al lugar.
Al llegar, constataron lo que se les había comunicado y observaron que dos perros mestizos de tamaño mediano, que estaban atrapados y casi sumergidos en el agua, señalándose que ambos habrían caído en la zona del Supermercado Día y llegaron por los desagües hasta esa esquina, buscando desesperadamente una salida.
Ante esta situación, sin perder más tiempo, comenzaron las tareas de rescate, que fueron complicadas y extenuantes.
Con sus herramientas de corte y martillos neumáticos aportados por un vecino, lograron romper el hormigón remover la tierra, llegando así a cortar un enrejado y abrir un hueco por donde intentaban sacar a los animales.
Fueron dos horas y media de maniobras muy complicadas, con los riesgos que implicaba una posibilidad de mordeduras por el estado de nerviosismo de los canes, sumado a los peligros que representaban los hierros del hormigonado.
Muchos vecinos se concentraron en torno a la autobomba para ver el trabajo, mientras los bomberos lograban capturar a uno de los perros y atarlo con sogas, pero para lograr extraerlo, dado su tamaño, uno de los efectivos, Juancito Díaz Pujol, ingresó por el hueco del alcantarillado y con el agua a su cintura trabajó bajo el hormigón para lograr sacar al primero de los perros, junto con sus camaradas Manuel Saldivi y Gonzalo Méndez, quienes inmediatamente, junto con particulares, retiraron al segundo can, resultando ambos animales sanos u salvos, más allá del susto que evidenciaban, pero fue notorio el comportamiento de ambos, como si entendieran que todos intentaban salvarles la vida.
Tras casi 3 horas de nervios y angustia de los vecinos, el aplauso fue unánime para con los Bomberos Voluntarios, quienes recibieron las felicitaciones y reconocimiento por su trabajo y paciencia demostrada, reflejándose en sus rostros la alegría y el cansancio.
Sin dudas fue un hecho que llamó la atención, pero sobre todo sorprendente por como reaccionaron las personas que acompañaron en todo el operativo, el trabajo de los tres bomberos y la reacción de los perros que recibieron atención de la gente. (03442)