Se aprobó un aumento para las jubilaciones en una sesión que el Gobierno calificó como inválida. El proyecto obtuvo la aprobación. El oficialismo adelantó que impugnará el debate. El temario continúa con la restitución de la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad.
La oposición logró su primera victoria en la polémica sesión del Senado: consiguió aprobar el aumento a los jubilados luego de validar los dictámenes firmados la semana pasada sobre los dos proyectos jubilatorios.
Fue tras una extensa discusión en la que el oficialismo, en la voz de Ezequiel Atauche, denunció que la sesión es inválida y que podría ser judicializada.
Con esto, y luego de votar a mano alzada, los senadores aprobaron con 52 votos afirmativos, 0 negativos y 4 abstenciones la recomposición jubilatoria y el aumento del bono.

El bloque de La Libertad Avanza se fue del recinto y estuvo ausente cuando se sometió a votación el proyecto.
Los bloques opositores defendieron el proyecto asegurando que la recomposición es baja y que se indica en la norma las fuentes de financiamiento.
La sesión especial impulsada por bloques opositores comenzó, pasadas las 14, y dio paso a más de una hora de debate sobre su validez. Mientras el oficialismo cuestionó su legitimidad por entender que son necesarios dos tercios de la cámara para tratar los proyectos propuestos, los bloques opositores lograron avanzar con el voto de una mayoría simple.
El argumento del oficialismo es que se trata de proyectos que involucran recursos. La mayoría opositora avanzó.

La previa con los dictámenes
Los dictámenes eran puestos en tela de juicio por La Libertad Avanza porque se firmaron en una reunión “autoconvocada” de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, que nunca fue citada por su presidente, Atauche. Por lo tanto, el oficialismo sostenía que el debate debía habilitarse con dos tercios de los votos, como si las iniciativas no hubiesen pasado por comisiones.
No obstante, el jefe de Unión por la Patria, José Mayans, logró aprobar con apoyo de otros bloques una moción para validar los dictámenes, sin que la vicepresidenta Victoria Villarruel pudiera hacer nada para evitarlo. La moción fue avalada con una auspiciosa mayoría de dos tercios: 42 votos a favor, 17 en contra y 3 abstenciones.

De esa manera, comenzó alrededor de las 16 el debate sobre los dos proyectos previsionales, que buscan, por un lado, recomponer los haberes en un 7,2% y aumentar el bono a $ 110.000, y por otro lado, volver a poner en vigencia la moratoria. Las propuestas, con media sanción de Diputados, se encaminan al veto del presidente Javier Milei por su costo fiscal.
La oposición no tuvo dificultades para reunir el quórum. El número se alcanzó fácilmente con 33 de los 34 integrantes del kirchnerismo; la cordobesa Alejandra Vigo; siete radicales encabezados por el jefe del bloque, Eduardo Vischi; Guadalupe Tagliaferri y Beatriz Ávila del Frente PRO; Mónica Silva de Juntos Somos Río Negro; y los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano.
De los tres senadores cordobeses, solo Vigo, alineada al gobierno de Martín Llaryora, aportó al número, aunque se abstuvo al momento de validar los dictámenes. Tanto Luis Juez como Carmen Álvarez Rivero, del PRO, estuvieron ausentes para el quórum. Luego Juez votó a favor de ratificar los dictámenes, y Álvarez Rivero, en contra.
Senado: ¿sesión inválida?
Una vez que la oposición consiguió quórum, Villarruel bajó al recinto para presidir el debate, pero enseguida tomó la palabra el jefe de la bancada oficialista, Ezequiel Atauche, para advertir que la sesión no es válida porque no fue convocada oficialmente y, además, incluía dos dictámenes que para los libertarios carecían de validez.
“Nos encontramos, una vez más, ante un intento de una sesión autoconvocada que no tiene sustento legal, y ante esta nueva costumbre que tomó el Senado de que con algunas mayorías circunstanciales quieren doblar el reglamento”, alertó el jujeño, quien calificó la sesión como una “pantomima”.
Desde redes sociales, se sumó a la defensa oficialista la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich: “Hoy el kirchnerismo planea un golpe institucional en el Senado, plantándole a la Vicepresidente una sesión autoconvocada para arrebatarle el poder a la Presidencia del Senado y agujerear los éxitos económicos del gobierno que tanto nos han costado a los argentinos. No se puede permitir. Están planteando un golpe institucional y llevarse puesto el Senado. Las instituciones, las normas y la República se respetan”.
Lo cierto es que, antes del ingreso de Villarruel, autoridades del Senado como el secretario Parlamentario, Agustín Giustinian, ya estaban presentes en el recinto, lo que fue interpretado como una señal de convalidación de la sesión. Más aún: a poco de comenzar el debate sobre jubilaciones, la vicepresidenta abandonó el recinto y, como se hace habitualmente, tomó su lugar el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala.