Gerónimo Marsilli, el bebé de Chajarí que fue trasplantado por una atresia biliar, celebró su primer cumpleaños internado en el hospital Gutiérrez. Su historia movilizó a toda la comunidad.
Gerónimo Marsilli, un bebé oriundo de Chajarí, cumplió un año de vida este viernes 13 y lo celebró internado en el hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires, donde permanece en recuperación luego de recibir un trasplante de hígado que le salvó la vida.
Gero fue diagnosticado con atresia biliar a los 55 días de vida. Desde entonces, comenzó una extensa lucha médica que culminó con un trasplante realizado con parte del hígado donado por su tío Franco Godoy, quien se ofreció voluntariamente al ver el deterioro del estado del pequeño.

Actualmente, el niño se encuentra en la Unidad 4 de Hepatología del hospital Gutiérrez. Su evolución es estable y, si bien presentó algunas complicaciones, como fiebre alta, sus médicos esperan darle el alta en los próximos días. Luego, deberá permanecer en Buenos Aires por controles postoperatorios.
Una historia de lucha y esperanza
Se recodará que sus padres, Dalma Godoy y Rafael Marsilli, habían relatado a Elonce el recorrido que inició con una derivación desde Chajarí al hospital de Paraná, y posteriormente a Buenos Aires. Allí, fue intervenido el 16 de agosto del año pasado con una cirugía de Kasai, que resultó insuficiente para mejorar su condición.
“Vivía permanentemente con infecciones y colangitis”, recordó su padre. “Cada internación sumaba puntos en la lista de espera para el trasplante, lo cual era doloroso pero necesario para acercarnos a una solución definitiva”.

El gesto de Franco, el tío de Gero, fue clave. Se ofreció como donante luego de presenciar una descompensación del niño en febrero. La ablación se realizó el 28 de abril en el hospital Fernández y el trasplante en el Gutiérrez.
Solidaridad y costos
El tratamiento implicó importantes gastos, especialmente por la alimentación del bebé. “Consume una fórmula especial que cuesta 257 mil pesos cada 400 gramos. Los primeros seis meses los costeamos nosotros, luego conseguimos cobertura estatal”, relató Rafael.
La comunidad de Chajarí acompañó con gestos solidarios. La cooperadora de la escuela Dominguito, donde asisten los otros hijos del matrimonio, impulsó una campaña que permitió cubrir varias necesidades.
Concientización sobre la donación
La familia agradeció profundamente a quienes acompañaron la lucha de Gerónimo, y dejaron un mensaje sobre la importancia de donar órganos. “Donar es dar vida”, expresó Rafael. “Antes decía que no lo haría por miedo, pero vivirlo en carne propia fue una gran enseñanza”.
“Estamos en la punta del puente, como nos dice la hepatóloga, ahora tenemos que ver la luz al final”, concluyó con esperanza.
Chajarí al día – Elonce