A diez meses del trágico choque en la Ruta 39 que terminó con la vida de cuatro trabajadores de Basavilbaso, Lorena Dubini, madre de Lucas (26) y Brian (31) Izaguirre, dos de las víctimas fatales, manifestó que quiere ver preso a Juan Ruiz Orrico, extitular del Instituto Portuario de la provincia, acusado por el choque fatal.
Cabe recordar que el caso fue elevado a juicio. El acusado, Ruiz Orrico, conducía el Volkswagen Passat (del Estado) con el que impactó de frente contra el Chevrolet Corsa en el que viajaban los jóvenes. El fiscal José Santos pide una pena de seis años de prisión, lo que generó el rechazo de los familiares de las víctimas ya que consideran que le cabe una pena mayor.
Lorena Dubini, madre de Brian y Lucas, dio una entrevista radial en LT26. Visiblemente conmovida, apuntó contra el pedido del fiscal y reclamó que se acompañe la solicitud del abogado querellante Mario Arcusín, quien impulsa una imputación por dolo eventual, delito que prevé penas de 8 a 25 años de prisión.
“El homicida tomó la decisión de salir alcoholizado en un auto del Estado, a alta velocidad, se cruza de carril y se lleva puestos a mis chicos”, sostuvo Dubini. Y agregó con la voz quebrada: “Nos destrozaron la vida. Yo estoy peleando por justicia para que mis chicos descansen en paz. Es muy duro llegar a tu casa y encontrar el silencio. Abrazar las zapatillas de Brian que encontré en el auto ese día, y tratar de sentirme cerca de ellos”.
El choque ocurrió el 20 de junio de 2024, cerca de Caseros. Orrico, quien entonces ocupaba la presidencia del Ente Portuario de Entre Ríos, regresaba de un encuentro con amigos y se dirigía hacia Rosario para participar de los actos del Día de la Bandera encabezados por el presidente Javier Milei. El test de alcoholemia reveló que tenía 1,2 gramos de alcohol en sangre. Sin embargo, el análisis fue realizado cuatro horas después del accidente, tiempo en el que, según denuncia la familia, ya se le había administrado suero.
La mujer también recordó con tristeza y orgullo a las víctimas: “Ellos fueron a trabajar. Era un día feriado, y en lugar de estar en un boliche como cualquier joven de esa edad, iban al frigorífico Fadel, en Pronunciamiento. Brian tenía 31 años, Luquitas 26, Leo 30, y Axel 26. Eran chicos sanos, laburantes, llenos de proyectos”.
La causa avanza, pero la herida de los familiares aún sangra. “No puedo decir que tengo esperanza en la Justicia, porque me ha dado un cachetazo tras otro en nueve meses. Si nosotros hubiésemos chocado, estaríamos presos en un penal. Este señor nunca estuvo detenido, ni siquiera tuvo prisión preventiva”, concluyó.
Mientras la Justicia se prepara para el juicio oral, las familias siguen esperando algo más que una sentencia: esperan reparación, verdad y, sobre todo, justicia.