Distintos estudios probaron la relación que hay y los peligros a los que millones de personas están expuestas. Expertos definen a qué síntomas prestar atención y cómo evitar tener una presión arterial alta
La hipertensión arterial (HTA) es sin dudas una enfermedad que preocupa a los médicos ya que está asociada a varias patologías cardiovasculares como el infarto de miocardio, la insuficiencia cardíaca y el accidente cerebrovascular.
Pero además de las probables causas de su aparición como lo puede ser una mala alimentación, la obesidad, el dormir poco, fumar, tomar mucho alcohol, el exceso de sal en las comidas y sostener hábitos sedentarios, existe un factor muy común por estos días que también incide en su desarrollo: el estrés.
El estrés es una respuesta biológica que ha evolucionado como un mecanismo de supervivencia. Sin embargo, en el mundo moderno, donde los estímulos estresantes son constantes y prolongados, su impacto en la salud es motivo de creciente preocupación.
La hipertensión se puede diagnosticar midiendo la presión arterial minuciosa y repetidamente. Las categorías de la presión arterial incluyen presión arterial normal, que se define como una presión sistólica inferior a 120 y una presión diastólica inferior a 80.
La elevación de la presión arterial se define como una presión sistólica entre 120 y 129 y una presión diastólica inferior a 80. Y la hipertensión se define como una presión sistólica superior o igual a 130 o una presión diastólica superior o igual a 80.
¿Los nervios y el estrés suben la presión arterial?
Según detallan expertos de Mayo Clinic, cuando una persona experimenta una situación de estrés, su cuerpo activa la respuesta de “lucha o huida” mediante la liberación de hormonas como el cortisol, la epinefrina y la norepinefrina. Estas sustancias químicas hacen que el corazón lata más rápido y que los vasos sanguíneos se estrechen, elevando temporalmente la presión arterial.
“Si bien el estrés puede causar hipertensión, no está claro que sea una causa de hipertensión por sí sola. Si sabemos que las hormonas producidas por el estrés cierran los vasos sanguíneos y con ello, la presión arterial aumenta. Pero esas hormonas deberían actuar el tiempo que dura el momento del estrés. No más. Un persona que va a trabajar todos los días en un ambiente exigente o está en rodeada permanentemente por causas que la estresan, puede desarrollar HTA”, explicó a Infobae el doctor Mariano Duarte, jefe de Sección Hipertensión Arterial en el Hospital de Clínicas José de San Martín.
Y agregó: “Otra cosa a destacar es que para que hay una multicausalidad de causas para ser hipertenso. Hay mecanismos neurofisiológicos, renales, endócrinos, vasculares. Y también hay factores genéticos que pueden ayudar a desarrollarla. Y si a todo eso le sumamos estrés, el combo está completo”.
Cómo influye el estrés y el estado emocional en la presión arterial
Investigadores han sabido por mucho tiempo que el estrés puede causar picos momentáneos en la presión arterial. Sin embargo, no había suficiente evidencia de que pudiera generar hipertensión a largo plazo. Pero en 2021, los hallazgos de un estudio de la Universidad de Kyoto evidenciaron que los niveles elevados y constantes de hormonas del estrés pueden contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
“Estas hormonas se miden solo cuando se sospecha hipertensión con una causa subyacente u otras enfermedades relacionadas. Sin embargo, si la detección adicional pudiera prevenir la hipertensión y los eventos cardiovasculares, es posible que deseemos medir estos niveles hormonales con más frecuencia. La próxima pregunta clave de la investigación es si y en qué poblaciones podría ser útil aumentar las pruebas de hormonas del estrés”, explicó Kosuke Inoue, autor principal del estudio.
Los resultados del trabajo llevado a cabo en conjunto con la Universidad de California como parte del Estudio Multiétnico de Aterosclerosis (MESA) y publicados en la revista Hypertension, mostraron que los niveles crecientes de hormonas del estrés se asociaron con un mayor riesgo de hipertensión y problemas cardíacos.
El estudio siguió a 400 personas durante más de una década, analizando sus niveles hormonales mediante muestras de orina. Los investigadores descubrieron que el riesgo de eventos cardiovasculares, como ataques cardíacos y enfermedades cardíacas, aumentaba en un 90 % cada vez que los niveles de estas hormonas se duplicaban. Además, el riesgo de desarrollar hipertensión se incrementaba en un 30 %.
Cuáles son las causas de la presión arterial alta
El daño que el estrés puede causar no solo se limita a la presión arterial. Los hábitos poco saludables asociados con el estrés, como el consumo excesivo de alcohol, la mala alimentación y la falta de sueño, pueden agravar el problema. Con el tiempo, estos factores pueden contribuir a la acumulación de placa en las arterias y aumentar la probabilidad de sufrir problemas cardíacos graves.
“La hipertensión arterial es una condición muy común influenciada por diferentes factores incluyendo el estrés y los hábitos de vida. El estrés no causa hipertensión a largo plazo, pero reaccionar al estrés de manera poco saludable, puede incrementar la presión arterial. Las hormonas que el cuerpo produce al estar bajo un estrés emocional, pueden dañar las arterias y eso lleva directamente a poder padecer enfermedades cardíacas”, precisó a Infobae el doctor Alejandro Andersson, médico neurólogo, director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA),
“También hay que señalar que hay algunas conductas o hábitos poco saludables que aumentan la presión arterial, como consumir mucho alcohol o cafeína, ser sedentario, comer alimentos pocos saludables o muy procesados y hasta comer de más. Incluso, los síntomas de depresión y estrés, pueden hacer que algunas personas se olviden de tomar los medicamentos indicados para controlar la prisión arterial alta”, agregó el experto neurólogo.
Y señaló que las causas de la presión arterial alta son varias: “La edad y los antecedentes familiares son definitivamente. También la ingesta de alimentos procesados o se consume mucha sal en las comidas”.
Impacto de la hipertensión arterial en Argentina y en el mundo
La hipertensión arterial es una cosa seria y los cardiólogos la tienen catalogada como el principal factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Su prevalencia en Argentina en individuos mayores de 18 años es de un 36,3%, o sea prácticamente 4 de cada 10 personas de ese grupo etario son hipertensas.
De acuerdo con las proyecciones del último censo del año 2022 y la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (2018), existen cerca de 12 millones de hipertensos en el país, de los cuales, dos tercios son menores de 65 años. El relevamiento también muestra que la enfermedad tiene un mayor impacto en los estratos sociales más humildes.
En el mundo, las cifras se elevan a 1.280 millones de adultos de 30 a 79 años con hipertensión. Pero el 46% de los adultos con ese trastorno de la presión arterial desconoce que lo padece. Además, entre los que sí han accedido al diagnóstico, solo al 42% recibe tratamiento para controlar la presión alta.
Señales de estrés en el cuerpo humano
- Causa identificable: el estrés suele estar relacionado con una causa externa específica, como problemas laborales, responsabilidades familiares, o situaciones de cambio.
- Fatiga: sensación de cansancio constante, incluso después de descansar.
- Irritabilidad: te sienteís más irritable o de mal humor.
- Dificultad para dormir: problemas para conciliar el sueño o mantenerlo.
- Dolores físicos: dolores de cabeza, tensiones musculares, o malestar general.
- Problemas digestivos: indigestión, diarrea, o malestar estomacal.
- Dificultad para concentrarse: tenésproblemas para enfocarte o completar tareas.
¿Qué puedo hacer para quitar el estrés?
Si bien el estrés es una parte inevitable de la vida, existen estrategias que pueden ayudar a mitigar sus efectos negativos en el cuerpo. Estudios previos han demostrado que la actividad física regular, la meditación y otras técnicas de manejo del estrés pueden reducir la presión arterial y mejorar la salud cardiovascular.
Se ha comprobado que realizar ejercicio de 3 a 5 veces por semana durante 30 minutos puede ayudar a reducir el estrés y disminuir la presión arterial. Además, adoptar hábitos saludables, como mejorar la alimentación y mantener un horario de sueño adecuado, puede contrarrestar los efectos perjudiciales del estrés crónico.
“Las actividades que reducen el estrés pueden ayudar a disminuir la presión arterial. A pesar de que las personas con mucho estrés e hipertensión suelen disminuir su presión arterial cuando controlan la tensión, es posible que esto no suceda con todas las personas. Sin embargo, controlar el estrés puede ayudar a mejorar la salud de otras maneras”, explican desde Mayo Clinic.
La relación entre el estrés y la presión arterial ha sido objeto de debate durante años. Ahora, este nuevo estudio aporta evidencia de que el estrés prolongado puede aumentar significativamente el riesgo de hipertensión y enfermedades cardiovasculares. A medida que se avanza en la investigación, los especialistas sugieren que monitorear las hormonas del estrés podría convertirse en una herramienta clave para prevenir problemas de salud a largo plazo.
En un mundo donde el estrés forma parte de la vida cotidiana, comprender su impacto en el cuerpo y aprender a controlarlo puede marcar la diferencia en la salud cardiovascular. Con estrategias adecuadas y un enfoque preventivo, es posible reducir los riesgos asociados con el estrés crónico y mejorar la calidad de vida.
Para reducir el estrés, es importante adoptar una combinación de estrategias que ayuden a manejar tanto las causas como los síntomas del estrés.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece una serie de recomendaciones:
- Actividad física: el ejercicio es una de las formas más efectivas de reducir el estrés. Ayuda a liberar endorfinas, que son hormonas que mejoran el estado de ánimo y actúan como analgésicos naturales. Puede ser cualquier actividad que disfrutes, como caminar, correr, nadar, practicar yoga o hacer ejercicios de fuerza.
- Respiración profunda: tomarte unos minutos para practicar respiración profunda puede calmar el sistema nervioso. Intenta inhalar lentamente por la nariz, mantener el aire unos segundos y exhalar por la boca.
- Meditación: la meditación, especialmente la meditación mindfulness, puede ayudarte a centrarte en el presente y reducir la rumiación y la preocupación.
- Yoga y Tai Chi: estas prácticas combinan el movimiento suave con la respiración controlada y la meditación, ayudando a reducir el estrés y mejorar la flexibilidad y el equilibrio.
- Dieta equilibrada: comer bien puede mejorar tu capacidad para manejar el estrés. Evita el exceso de cafeína, azúcar y alimentos ultraprocesados, ya que pueden aumentar los niveles de estrés. Opta por alimentos ricos en nutrientes, como frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros.
- Descanso suficiente: el sueño es crucial para la salud mental y física. Trata de dormir entre 7 y 9 horas cada noche y establece una rutina de sueño regular.
- Habla con alguien: compartir tus preocupaciones con amigos, familiares o un terapeuta puede aliviar el estrés. A veces, solo hablar con alguien en quien confías puede ser suficiente para sentirte mejor.
- Participa en actividades sociales: pasar tiempo con seres queridos y participar en actividades sociales puede proporcionar una red de apoyo y aliviar el estrés.
Infobae