El pasado sábado 24 de agosto, alrededor de las 20:30 horas, un sujeto armado con un revólver, asaltó la panadería de calle Urquiza y bulevar Yrigoyen, que funciona bajo la razón social “Lo de Juan”, de donde se llevó una suma superior a los 450000 pesos.

Por el hecho, fue detenido Matías Emanuel Quitet, un ex empleado del comercio, que fue imputado del “Robo calificado por el uso de arma de fuego”, siendo representado por la Defensa Oficial, de la doctora Valeria Irel.

La causa cayó en manos del fiscal Eduardo Santos, que este miércoles solicitó la audiencia para tratar la situación procesal de Quitet, ante el juez de Garantías, doctor Gustavo Díaz.

 

LOS HECHOS IMPUTADOS

En su alegato el representante del Ministerio Público Fiscal, dio detalles del hecho, señalando que el acusado ingresó con su rostro cubierto al comercio cuando estaba por cerrar, sorprendiendo a una de las empleadas que estaba junto a una heladera, a la que comenzó a amenazar para que se tirara al piso.

En ese momento, la empleada reconoció la voz del ladrón y le dijo “sos vos Matías, y creyendo que este solo estaba haciendo una broma, siguió de pie.

El intruso volvió a insistir con sus amenazas y con más energía, pero visiblemente nervioso (secuencia que quedó totalmente grabada por las cámaras del local) lo que finalmente hizo que la empleada que repetía el nombre de Matías, se tirara al suelo, mientras el ladrón (sorpresivamente) le dijo “Tirate al piso Roxana. No soy Matías”, dejando en evidencia que el malviviente conocía a las personas, tras lo cual fue detrás del mostrador y sacando un cuchillo fue hasta un cajón y los forzó para sacar la plata y luego escapar, no sin antes decirle a la mujer “No digas nada porque te pego un tiro”, sin siquiera intentar abrir la caja registradora y llevarse la cartera de la empleada, lo que, a criterio de la Fiscalía, demuestra que este individuo sabía donde se guardaba la recaudación y fue directamente al cajón, quedando filmado en su fuga por calle Urquiza en dirección a la vías.

El doctor Santo, dijo que en el local también estaba otra empleada, en la parte de los hornos, la que no fue vista por el asaltante, quien confirma los dichos de su compañera de trabajo, asegurando que era la voz de Quitet.

Según declarara el dueño de la panadería en sede Fiscal, este sujeto fue empleado del comercio durante mucho tiempo y hacía ocho días que lo había despedido, por supuesto consumo de drogas en su lugar de trabajo y lo reconoce físicamente por las imágenes.

También consideró que hay riesgos procesales, sobre todo el de entorpecimiento ya que las víctimas son mujeres y la soltura de Quitet las atemorizaría, agregando que aun no fue hallada el arma y se deben seguir con las diligencias, pero que a su criterio hay elementos suficientes para mantener la acusación, entre ellos vestimenta y calzados secuestrado en casa del acusado, por lo que pidió 30 días de prisión preventiva.

A su turno la Defensa se opuso e intentó contrarrestar lo expuesto por el fiscal, manifestando que su cliente no era responsable y se estaba ante una endeble probabilidad de autoría, asegurando que su asistido tiene coartada y familiares testigos de que a la hora del asalto estaba en su casa.

La defensora confirmó que Quitet trabajó en ese comercio y que desde que lo echaron, está trabajando de albañil porque es una persona muy trabajadora.

Por otra parte afirmó que el asaltante no era su representado y lo confirma el hecho de que este le dijo a la empleada “No soy Matías” y agregó que en muchas oportunidades lo confundieron  con un hermano al que apodan “Gato”, con el que no tiene relación.

La doctora Irel dijo que su cliente estuvo trabajando 20 en la panadería en negro y que fue echado sin dale pago alguno y por eso se fue y consiguió trabajo de albañil, negando rotundamente que tuviera adicción a las drogas y seguramente el empleado (su cliente) y el empleador (el denunciante) van a tener diferentes versiones de los hechos, agregando que Quitet trabajó 10 días sin francos y el día que le pidió el franco reclamando, se quemó la producción de pan y lo responsabilizó a él, que no tuvo nada que ver con lo sucedido.

Por lo expuesto, la defensora pidió la libertad, considerando que a todo esto, hay que destacar que Quitet nunca tuvo problemas con la Justicia Penal.

Analizando lo expuesto por las partes, el doctor Díaz consideró que hay elementos suficientes para hacer lugar al pedido fiscal y dispuso que el acusado permanezca alojado 30 días en la Alcaidía de Comisaría Primera.

Crédito: 03442

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