El gobernador advirtió que la provincia registra un 20 por ciento menos de recursos que el año pasado. “Estamos peor que en la pandemia“, enfatizó este martes el mandatario.
El gobernador Rogelio Frigerio brindó un crudo análisis de realidad provincial con números críticos de las cuentas públicas. En un contexto tensionado por los reclamos salariales, advirtió por la fuerte caída de los ingresos, fundamentalmente de los nacionales que explican el 75% de los recursos del Estado entrerriano.
“Estamos peor que en la pandemia“, enfatizó este martes el mandatario provincial durante una ronda de diálogo con periodistas de la provincia. Según indicó, los recursos se ubicaron en agosto un 20% por debajo del año pasado e incluso advirtió que “son menos que en pandemia”. “La situación es desesperante“, insistió.
Durante el encuentro en la Casa Gris, se compartió un informe que da cuenta que la provincia enfrenta una profunda caída en sus fuentes tributarias, apenas morigerada por el ingreso extraordinario del Impuesto a las Ganancias en mayo, que permitió cancelar el vencimiento del segundo vencimiento de deuda en dólares heredada.
Por otro lado, se indica que no se han recibido transferencias presupuestarias del Gobierno Nacional, entre ellas las destinadas a financiar el déficit de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Entre Ríos, motivo por el cual el Tesoro Provincial debe suplir dicho recorte. En ese sentido, destacó las medidas de austeridad del gasto público y las reformas en el sistema previsional con el objetivo de “desandar la bomba“.
“La emergencia se sostiene y los objetivos no son los que trazamos al inicio de gestión“, lamentó Frigerio; quien destacó que no se observa una proyección de mejora de la actividad que impacte positivamente en los recursos. En esa línea, dijo que la prioridad hoy es sostener la provisión de alimentos y garantizar el empleo público -que significa el 90% de los recursos corrientes- y que no cierren puestos de trabajo en el sector privado -ya son 5.000 en el año, precisó-.
En este contexto, el gobernador reconoció que los salarios quedaron muy bajos frente a la inflación, pero lamentó que “hay una situación desesperante no solo en la provincia sino en el país“. Incluso, planteó que la realidad de las familias se agravó con aumentos importantes como tarifas “por decisión del Gobierno nacional”. De todos modos, aseguró que siguen buscando alternativas para poder realizar una propuesta superadora a los gremios.
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