Héctor y Sergio Alba son dueños del Alba y Co, un frigorífico que funciona en la localidad entrerriana de San Justo y emplea a casi 60 personas.
Hace casi dos décadas, los hermanos Héctor y Sergio Alba trabajaban en un frigorífico de la provincia de Entre Ríos, donde aprendieron el oficio de faenar y vender animales. Esta experiencia les dio las herramientas para construir su propia empresa, la cual actualmente emplea a unas 60 personas y se aboca a la producción de carne vacuna y porcina.
En sus primeros pasos en el mundo frigorífico, Héctor Alba se dedicaba a la venta y cobranza de una empresa entrerriana. Esta actividad lo llevó, junto a su hermano, a crear los cimientos de su propio negocio, el cual inició con la venta de carne vacuna a diferentes localidades entrerrianas.
Ante el éxito de esta comercialización, se presentó ante los hermanos la posibilidad de alquilar un matadero. Con ayuda económica –de origen público como privado– los Alba remodelaron el lugar y lo dotaron de las condiciones edilicias y sanitarias necesarias para desarrollar la actividad.
Pero los hermanos no se contentaron con el alquiler: hace quince años comenzaron a construir su propio frigorífico en la localidad entrerriana de San Justo. Tras dos años de trabajo, se inauguró la empresa Alba y Co, la cual da trabajo a unas 60 personas y faena 2.200 vacas y entre 1600 y 1800 cerdos por mes.
Consumo y producción: los problemas que Alba y Co enfrenta actualmente
El empresario Héctor Alba se refirió al impacto que la situación económica y social del país tiene en la producción de carne. Además, mencionó que la alta inflación que registra el país impacta en los hábitos de consumo de la población.
“Veo que la demanda de carne vacuna va a decrecer por la caída del poder adquisitivo del consumidor argentino. Producir cerdos y pollos es menos costoso que producir hacienda vacuna y en este contexto económico ganan espacio entre las preferencias de los ciudadanos”, detalló el empresario.
Tras considerar que los cortes vacunos irán cediendo espacio con el correr del tiempo y se transformarán en una “carne Premium”, Alba indicó: “La dieta cárnica se va pareciendo más a la que hay a nivel mundial, donde los productos más consumidos son la carne de pollo y cerdo, que tienen ciclos biológicos más cortos, son un negocio totalmente distinto al vacuno”.
En relación a la producción de carde, el titular de Alba y Co apuntó: “Los feedlots mejoraron su ecuación en los últimos dos meses, pero vienen de mucho tiempo con pérdidas. De todos modos, hay que ver si al final del ciclo y con los precios que tiene el costo de producción el resultado es positivo. Todo esto dificulta la producción de carne y la oferta consecuente”.