Actualmente hay solamente uno de los tres puentes terrestres habilitados. Los cancilleres Santiago Cafiero y Francisco Bustillo se reunieron para “normalizar” la circulación.
El cierre de los pasos fronterizos terrestres entre Argentina y Uruguay está llegando a su fin. Las quejas de los turistas y del gobernador de Entre Ríos escaló a nivel diplomático, al punto de que el canciller Santiago Cafiero y su par uruguayo se reunieron en Buenos Aires para destrabar la situación.
De los tres cruces que hay entre ambos países, los automovilistas y particulares pueden salir hacia Uruguay desde cualquiera de las fronteras terrestres internacionales, pero volver solo por la conexión de Salto-Concordia. El impedimento obliga un desvío de 200 kilómetros a quienes en circunstancias normales cruzaban por Fray Bentos-Gualeguaychú, el puente más transitado.
Acuerdo bilateral
A semanas del inicio de la temporada de verano, Santiago Cafiero se reunió este lunes en el Palacio “San Martín” con el canciller uruguayo Francisco Bustillo, quien viajó a Buenos Aires sobre la agenda bilateral. Uno de los puntos centrales incluyó las áreas de fronteras y de sanidad de cada país, y “la normalización del tránsito de los pasos fronterizos compartidos”.
“Bustillo y Cafiero intercambiaron ideas sobre la importancia de la gestión de los recursos fluviales compartidos y enfatizaron el rol de las comisiones específicas, CARU (Comisión Administradora del Río Uruguay) y CARP (Comisión Administradora del Río de la Plata), en las que se tratan y resuelven los temas vinculados a tales recursos, a través de sus representaciones y equipos técnicos”, indicaron a través de un comunicado oficial.
Según indicaron desde la Dirección de Migraciones, la decisión de regularizar el resto de los pasos fronterizos es inminente. “El ministerio de Salud dijo esta semana. Esperemos que sea mañana”, informaron desde el área que conduce Florencia Carignano.
Quejas del gobernador
Las trabas en la circulación por la pandemia de coronavirus, en medio de la flexibilización de las restricciones, estaban generando dolores de cabeza en Entre Ríos y el tránsito habitual de la zona. El gobernador Gustavo Bordet motivó un reproche a la Casa Rosada, que reclamó la rehabilitación de los tres puentes que unen a Uruguay con Argentina.
“Resulta incomprensible que funcionarios del Ministerio de Salud no tomen dimensión del problema que están causando en Entre Ríos”, declaró Bordet durante el acto de traspaso de mando de autoridades del Comité de Cuenca del Río Uruguay.
Desde la apertura de fronteras terrestres en Uruguay, primero para propietarios, y a partir del 1 de diciembre para extranjeros, el gobierno de Luis Lacalle Pou insistió en varias oportunidades en facilitar el tránsito de ida y vuelta en los tres puentes binacionales de Salto–Concordia, Fray Bentos–Gualeguaychú y Paysandú–Colón.
El domingo pasado, el ministro de Turismo de Uruguay, Tabaré Viera, participó de la 25° Feria Internacional de Turismo en Buenos Aires y se refirió al tema diciendo, “fronteras cerradas, baja circulación, es el combo mortal para el sector”.
Hace días, Gustavo Bordet había puntualizado también que era muy necesario llevar adelante estos procesos de integración para el turismo, pero también para familias que se ensamblan a ambos lados del Río Uruguay.
¿Dónde está el problema?
Tanto a nivel interno del Gobierno como en el país vecino, las críticas apuntan al área de Sanidad de Fronteras del Ministerio de Salud de la Nación, a cargo de Carla Vizzotti. Tampoco era sencilla la circulación en el único puente habilitado en Salto-Concordia.
Para cruzar por ahí, la falta de coordinación de las aduanas genera que tengan que hacerse los trámites migratorios dos veces, una vez de cada lado de la frontera, generando esperas de hasta una hora para cruzar a pesar del escaso flujo vehicular.
A pesar de la preocupación por la variante Ómicron que preocupa a las autoridades sanitarias de todo el mundo, el Gobierno avanza en la resolución de un tema que lleva semanas de dilación. Ya se conversaba el 11 de noviembre, cuando el embajador de Argentina en Uruguay, Alberto Iribarne, había dicho que ambos países estaban conversando sobre cómo habilitar más pasos terrestres para acceder de un país al otro.
Tras la derrota del kirchnerismo en las PASO, el presidente Alberto Fernández aceleró las flexibilizaciones y aperturas de distintas actividades para fomentar el turismo y reactivar la economía. Pero esa orientación aún se refleja parcialmente en las entradas y salidas internacionales de la Argentina, con presión de los gobernadores para pedir la reapertura de los pasos fronterizos en sus provincias.
Según los datos oficiales, hasta fines de noviembre, había 107 pasos de fronteras internacionales cerrados para el tránsito de particulares.
La agenda bilateral con Uruguay
El 5 de octubre pasado, los cancilleres Cafiero y Bustillo se reunieron en Buenos Aires para avanzar en la relación entre ambos países, luego de que el ex jefe de Gabinete asumiera al frente del ministerio de Relaciones Exteriores.
En aquella instancia, los ministros decidieron que acudirían conjuntamente al Banco de Desarrollo de América Latina para solicitar la financiación de un estudio de factibilidad para el puente binacional Monte Caseros – Bella Unión.
Por entonces, acordaron realizar dos reuniones de trabajo entre dichas cancillerías en la Comisión de Integración Argentina-Uruguaya (CIAU). La segunda, a la espera de suceder, asistirá la Comisión Bilateral de Asuntos Comerciales para evaluar temas de la agenda bilateral económica y comercial.
Los cancilleres volverán a verse, además, durante la cumbre presidencial del Mercosur y el Consejo del Mercado Común, donde también participarán los ministros de economía de los países miembros. Allí, también en diciembre, se darán a conocer formalmente las posturas de los países con respecto a los aranceles comunes al mercado externo.
Actualmente, Uruguay estudia la posibilidad de firmar un acuerdo de libre comercio con China y, para ello, esperar poder desarrollar un estudio de prefactibilidad a partir de diciembre. El país, además de buscar acuerdos por fuera del bloque, se propone “flexibilizarlo”, política que fue resistida por el gobierno del argentino Alberto Fernández. Infobae