Un infectado de coronavirus tiene un impacto económico en el sistema de salud similar al de vacunar a 20 personas, si se toma como precio de la vacuna un valor promedio entre las distintas que existen en el mundo.
Mientras que desde el Gobierno se le baja el tono al fracaso para conseguir dosis de la vacuna de Pfizer-Biontech por su mayor costo en comparación con el de las que sí llegaron al país, un análisis de un economista prueba que sólo teniendo en cuenta el gasto que generan las infecciones en el sistema de salud hace que el valor unitario de cada dosis tenga muy poca incidencia a nivel económico. Y eso sin contar otros costos como el parate económico que generan las medidas de restricción y los paquetes de ayuda que se lanzan para paliarlos.
Un infectado de coronavirus tiene un impacto económico en el sistema de salud –solo en costos directos– similar al de vacunar a 20 personas, si se toma como precio de la vacuna un valor promedio entre las distintas que existen en el mundo. Así lo concluyó Pablo Olivares, economista especialista en sector público.
Los números van en contra de la afirmación del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que en una presentación por escrito al Congreso afirmó que en el pedidos de vacunas a Covax “se optó por un mecanismo del 10% de las dosis por una evaluación de costo-beneficio y oportunidad. De haber sido una mayor cantidad de dosis, se debería haber anticipado mayor cantidad de dólares contra un contrato que no ofrecía, en ese momento, ninguna garantía respecto del plazo de entrega, vacunas a entregar y condiciones contractuales”.
En un trabajo basado en números de la Provincia de Santa Fe, donde reside, el especialista calculó que costo tiene para el sistema de salud de ese distrito los contagios de covid-19 ponderando las posibles evoluciones de la enfermedad. En base a una serie de premisas, como que el 20% de los infectados necesitan tratamiento hospitalario y el 3% necesitan tratamiento de Unidades de Terapia Intensiva, llegó a la conclusión de que un promedio diario de 2.265 infectados en mayo le cuesta al sistema de salud (solo en costos directos) $183.433.645. Un promedio de $80.986 por infectado.
Al número se llega calculando partiendo de la base de que las personas necesitan, en promedio, unos 10 días de internación -es un supuesto conservador- y que las personas que llegan a terapia intensiva necesitan 10 días bajo ese tipo de cuidados (a lo que se suma que, además, luego de terapia pasan por internación general). El costo directo -recurso humano, fármacos y descartables- de una cama de sala general se ubica en los $30.000 diarios y el costo directo de una cama de terapia está en los $70.000 por día.
Más allá del costo unitario de cada dosis, los costos de no vacunar son mucho más altos
En base a esos supuestos, siempre conservadores, es que llega al costo final.
Mientras tanto, en base a un precio promedio de USD 15 por vacuna -los valores son distintos por país, dados los acuerdos que alcanza cada uno, pero se movió en un rango que va de los USD 9 a USD 25, contando costos logísticos y de aplicación- llega a la conclusión de que cada persona vacunada con 2 dosis cuesta unos 3.900 pesos. Es decir, una relación de 1 a 20.
“Se puede decir que el costo de tratar a una persona es igual al de vacunar a 20″, dijo Olivares. “Y eso sin contar a todos los otros costos que no incluyo en análisis y que resultan de lidiar con una pandemia, como costos hospitalarios indirectos, pérdidas de empleos formales, informales y ocupaciones independientes, subsidios de tasa asistencia financiera, aportes no reintegrables a comercios y entidades sin fines de lucro, entre muchos otros”, agregó.
El “gasto Covid”
El Presupuesto 2020 incluyó gastos extraordinarios para enfrentar la pandemia por el equivalente al 3,5% del PBI. Esas erogaciones, denominadas “gasto Covid” por los analistas que siguen las cuentas públicas, fueron destinadas a otorgar ayudas sociales a las familias y a contener la situación de aquellas actividades económicas que no podían funcionar a causa de las restricciones sanitarias.
Entre todos esos gastos adicionales, se destacó el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que se materializó en 3 pagos de $10.000 cada uno a 8,8 millones de personas afectadas por la pandemia, un universo integrado por trabajadores informarles, monotributistas, desempleados y beneficiarios de la AUH.
Cada uno de los pagos del IFE requirió un gasto estatal de 90.000 millones de pesos. Considerando un costo máximo de 25 dólares por cada dosis de las vacunas contra el Covid-19, y el tipo de cambio oficial, utilizado para las importaciones, puede estimarse que con lo que el Estado gastó en uno solo de los pagos del IFE podrían haberse comprado 36 millones de dosis.
El gasto en el IFE solo apunta a servir de ejemplo entre muchos otros impactos económicos de la pandemia. Los cálculos de Olivares son acotados y se restringen a lo que se gasta en el sistema de salud. Si se agregaran el resto de los gastos, el valor de cada vacuna pasaría a ser aún más insignificante.
Otro detalle que surge del análisis es la baja sensibilidad que tiene el cálculo en relación a las variaciones en el precio unitario de cada vacuna. Si, por ejemplo, se recurriera a vacunas más caras -estima en hasta USD 25 por dosis- todavía se podría pagar 12 vacunas con el mismo dinero que cuesta tratar a un sólo infectado promedio. Y, si se opta por las vacunas más baratas -el análisis pone un piso en USD 9 por unidad- tratar a un infectado ya sería el equivalente a 34 vacunas. Más allá del costo unitario de cada dosis, los costos de no vacunar son mucho más altos.
El costo directo -recurso humano, fármacos y descartables- de una cama de sala general se ubica en los $30.000 diarios y el costo directo de una cama de terapia está en los $70.000 por día
El análisis de Olivares se focalizó en la comparación entre los costos que se hubieran tenido de inmunizar un grupo de casos positivos y el costo del sistema de salud en atender dicho grupo (computando sólo costos directos hospitalarios). Los supuestos adoptados son conservadores para los costos del sistema de salud, y toman los valores de referencia en de Santa Fe
“Un análisis más amplio debería contemplar la vacunación de grupos poblacionales que incluye futuros casos positivos a lo largo del tiempo y personas que nunca enfermarían de Covid. Esto implicaría incrementar el costo efectivo de vacunación. También los costos indirectos de atención del sistema de salud, los costos laborales y productivos de las personas enfermas, costos de convalecencias largas, de lesiones de largo plazo o duraderas y de vidas humanas”, dijo Olivares.
Infobae